Ojeando el último ejemplar de «El Periódico» (nº 403), me ha llamado mucho la atención el artículo de la sección «…Desde el campanario», dedicado a las elecciones europeas. Y me ha llamado la atención, porque empieza muy bien, hasta que deposita el voto, «el chulito» (?), en la urna, porque a partir de aquí empieza a atacar a todo lo que huele a Gobierno actual. Ataca la ley de Memoria Histórica (es posible que no tenga ganas de volver la vista atrás, para ver lo que fuimos y lo que hemos conseguido). Ataca a la libertad religiosa (sin pensar que son los representantes de la Iglesia los que no soportan que algunos pensemos de forma diferente a ellos y amenazan con excomulgarnos, ja, ja). Ataca al aborto (quizás prefiera que se haga como antes, que solamente los ricos podían ir a abortar a Londres; eso sí, decían que iban de compras). Ataca a todas las leyes de mejoras sociales, conseguidas con mucho esfuerzo y trabajo.
¿Y por qué no a la ridícula ley de dar clases en inglés?
¿Y por qué no al compadreo de algunos dirigentes que creen que en vez de un pueblo tienen un cortijo?
¿Y por qué no a los que se hacen áticos ilegales y después pasan de todo?
En fin, después de todo, sólo es mi manera de enfocar las cosas, supongo que tan respetable como las demás.
Ah, y una cosa más. Hay una cosa en la que estoy de acuerdo: yo me apunto a lo de los chiringuitos, firmo donde sea para que no los quiten.
Un saludo,
Juan Carlos García
sobre el articulo anterior, pirnso que el tema de los chiringuitos deben estar a una distancia prudente de la playa, que sean desmontables para que se quitren al final de la temporada ,pero ante todo que se respeten los metros que se debe tener hasta llegar a la playa-tambien estoy enn contra de las chinas que van por la playa de forma ilegal a darte masajes por el cuerpo y tambien a los vendedores de bocadillos y latas de bebidas,tambien es ilegal y la policia de playas debe controlar esto mucho,porque todos los años, se nos cuelan hasta negritos vendiendote gafas,prismaticos,paraguas,parasoles y un sinfin de cosas que no deben estar permitidas.