Hace un par de meses, escuchando un programa de radio americano denominado «Coast to Coast», finalmente entendí un fenómeno que había observado pero que no me sabía explicar y que ahora tiene incluso nombre: los «chemtrails».
Sólo hace falta mirar el cielo. Vemos, en un día de cielo sereno, aviones que pasan y dejan una estela, que en cinco minutos desaparece. Son estelas de condensación. Pero hay otras, de aviones que cuando pasan dejan una estela, una raya blanca que no se desvanece y que, con el paso de los minutos y las horas, se desperdiga y encala el cielo. Estos son los denominados «chemtrails»: «trails», que quiere decir estela, y «chem», que viene de químico. Estas líneas en el cielo acaban formando rayas paralelas, cuadrados y cruces, como para cubrir bien la zona. Según el programa americano, nos están fumigando de forma deliberada y constante. Gente que ha analizado el agua y la tierra por donde han pasado estos aviones dicen que hay tres componentes: virus, químicos y fibras.
Recuerdo que esta Navidad hubo una campaña publicitaria masiva de medicamentos para la gripe. Pasada la Navidad, las noticias se hacían eco del colapso en los hospitales por la gripe. ¿Es esto pura coincidencia? Las empresas farmacéuticas están ganando billones con la gente enferma, pero ahora bien, la segunda parte del negocio: las vacunas. Y los programas informativos les hacen propaganda gratuita para que la gente, asustada, las consuma a gran escala.
Hice una búsqueda en Internet sobre los «chemtrails» y resulta que está lleno de artículos y que hace años que dura. El que leí me dejó espeluznada: aparte de virus, nos echan aluminio, estroncio, bario y unas fibras hechas con nanotecnología que provocan una enfermedad horrible denominada Morgellons.
Ahora la pregunta es: ¿qué mentes perturbadas pueden hacer esto y con qué propósito? Y también, ¿quién da permiso a estos aviones para fumigar el país de punta a punta?
Montse Puyo Alques
(Barcelona)
De qué frenopático se habrá escapado?