La Constitución de 1978 dice: «Sólo las Fuerzas del Orden del Estado pueden velar por la seguridad ciudadana». En otros casos, se ha aceptado la colaboración entre los ciudadanos con las Fuerzas del Orden, pero otra cosa es, sin lugar a dudas, la inesperada e innovadora nueva ley sobre seguridad privada.
Parece ser que algunas Fuerzas del Orden, sindicatos, asociaciones y grupos están preocupados por la nueva ley, lo que es lógico porque en nuestro país, todo lo que sea nuevo no es siempre bien entendido, considerado o recibido.
Las leyes nuevas, justas y efectivas, democráticas y con un verdadero propósito serían bienvenidas, pero se ha creado ¿para mejorar y aumentar los puestos de trabajo? ¿Para desarrollar el sector privado? ¿Para implantar algo necesario?
Que las compañías o empresas, que las urbanizaciones o grupos quieran proyectar, contratar y usar un servicio de seguridad privada es un derecho ahora, pero que lleva consigo unas normas, conocimientos y un perímetro de actuaciones y responsabilidades, pero si ese perímetro es respetado, todos nos beneficiaríamos con la nueva ley.
Hay que intentar trabajar juntos, pero no revueltos, intentar proyectar para avanzar y progresar. La unión hace la fuerza.
José Rivero
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