¿A quiénes pretenden engañar?

Día a día, hora a hora, minuto a minuto, pretenden engañarnos y mofarse del pueblo, con las mentiras y embustes que nos cuentan, tanto de la Jefatura del Estado como del Gobierno. Recordemos la célebre frase de «lo siento mucho, esto no volverá a suceder», a la salida de un hospital por la rotura de una cadera motivada por la caída, en una cacería de elefantes. No olvidemos que una de las personas que le acompañaban en dicha cacería, nos enteramos los españoles a posteriori que le habían rehabilitado una casa en el recinto del Pardo y cerca de Zarzuela, con dinero público. ¿A quién pretendía engañar el rey al decirnos que todos los españoles somos iguales ante la ley? Desde luego el rey, como español, es diferente al resto de los españoles, en relación con el Título II, de la Constitución, y que habla de La Corona entre sus artículos 56 y 65.
Tampoco lo es la Infanta. Yo no me imagino a ningún ciudadano de a pie que tenga a su favor, en un procedimiento judicial, la opinión de la Fiscalía, la Agencia Tributaría, cuando meses atrás decía y defendía lo contrario en sus informes en relación a unas facturas falsas, la Udef y hasta la Abogacía del Estado, que se supone la perjudicada. Simplemente sus abogados defensores son los que lícitamente están personados, para la defensa a ultranza de la Infanta.
Lo más estrambótico del caso Noos es hacernos ver a los españoles que una persona universitaria y que trabaja en el mundo de la banca y que además es socia de una empresa al 50% con su marido, y haya firmado actas, no sepa de qué se trataba y supiera si tenía o no dinero para comprarse el palacete de Pedralbes. Lo que sí sabemos los españoles es que ni la infanta ni que Urdangarín van a ir a la cárcel. Llegará el momento en que, si la sentencia fuera condenatoria de cárcel para Urdangarín, obviamente el gobierno lo indultaría, al igual que lo hacen con los delincuentes de «guante blanco», porque éstos «no necesitan rehabilitación, ya que de por sí, ya lo están». Los que van a la cárcel ya sabemos quiénes son, aquellos que no tienen dinero ni poder para que les apoyen, pese a estar rehabilitados e incluso haber pasados muchos años del delito cometido. No nos engañen más a los españoles y nos cuenten cuentos chinos con lo barata que nos sale la monarquía española. En el siglo XXI, los españoles queremos un sistema, donde haya la posibilidad de elegir al Jefe del Estado, por consenso entre los españoles. Me decía un monárquico que sí, nos salía más barata la monarquía, porque nos ahorraba los costes de las elecciones. En eso tenía razón. Lo que no puede ser es que, solicitando el perdón, las cosas sigan igual para siempre. Una responsabilidad de estado no debe ser como la penitencia para un católico, que se le perdonan los pecados y aquí paz y después gloria.

Joaquín Garrido Mena

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