Siddharta Gautana
(siglo VI antes de nuestra era)
Es lastimoso que confundamos con demasiada frecuencia el camino a seguir con el destino de lo que pretendíamos llevar a cabo, que es lo que nos ocurre cuando decidimos echar marcha atrás en lugar de recuperar el tiempo perdido.
Y no es que pretenda elucidar las diferencias esenciales que existen entre el pensar en occidental o en oriental, entre los que siempre se abrirá un abismo infranqueable. Pero si el Pensamiento es «Único», habrá que hacer un puente que nos ayude a flanquear estos acantilados tan repentinos; ese tránsito es, en mi entender, lo que nos obliga a elucidar en qué consiste «estar siempre en alerta», para que no se nos atrofie la mente con los avatares de la vida. Nacido en una aldea del Terai y con el Himalaya al fondo, nepalés y comunmente llamado Buda o «iluminado por excelencia», cuyo nacimiento se identifica con la luna llena primaveral, completaba así la trilogía de toda una época. Según él, lo más primordial sería mantener flexible el pensamiento que es capaz de dar forma y destino a todas nuestras experiencias, lo cual interpretaba el «divino» desde el puro percibir de las impresiones, considerándolas, no obstante, como «falsedades», pero sin negarles existencia. Sus dichos sobrepasan todo análisis logístico que pueda hacerse a nuestra forma de remodelar lo que sentimos. «Es imposible descubrir la Verdad», decía, «aunque se puede prefigurar en cosas tan simples como la fluidez del agua, las vetas de las rocas o las fibras en los troncos de los árboles». Pero la «Felicidad» se logrará, según él, tan sólo si nos observamos a nosotros mismos en los momentos de bienestar o de dolor.
A todo lo que ha sido pensado se le puede dar otra nueva forma, creía razonablemente el filósofo presocrático Temístocles, y tanto los antiguos axiomas para hacernos pensar como los modernos «tags» de los medios de comunicación que nos condicionan en la manera de percibir las cosas, funcionan aglutinando en pocas palabras lo que necesitarían tratados extensos de investigación. Mientras tanto, muchas de las antiguas teorías se están erosionando, cuando criterios externos impositivos nos obligan a aceptar las bases mismas de lo verídico y, en algunos casos, por medio de la fuerza que todavía aparece aunque solapadamente para que cedamos. «Trata primero de entenderte a ti mismo», pregonarán los maestros orientales, «antes de arriesgarte a comprender a los demás», y sorprende el énfasis de todos ellos en la autoconciencia, porque no resulta difícil defraudar a multitudes, pero sí a uno mismo.
HECHOS Y DICHOS
Todo lo que somos es el resultado de lo que hayamos pensado. Siddharta Gautana
PROVERBIO ORIENTAL
Lo que pienses dictaminará tu destino
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