Antonio Vera
Insultado por ser militante del PSPV-PSOE
Andar por la calle y escuchar sottovoce “mira, un tonto andando” es una de esas cosas típicas de Torrevieja. El insulto, estúpido y gratuito, emitido por duplicado y desde la distancia mínima que le permite su cobardía natural, procedía de uno de nuestros ilustres mantenidos municipales, Guillermo Hernández Samper, conocido en toda la ciudad por su servilismo, sus desvaríos verbales y su desmesurado intelecto. Un insulto que ha tenido sin embargo una parte positiva, me va a servir para sacar del olvido y refrescar públicamente la situación de otro ilustre torrevejense y a la vez, gran amigo y valedor del saleroso insultador, el condenado Pedro Ángel Hernández Mateo.
La situación de nuestro ex alcalde es ya injustificada de un mes a esta parte. Como la mayoría sabe, Hernández Mateo fue condenado por prevaricación continuada y falsedad documental en octubre de 2012, y, tras rechazarse su recurso el pasado noviembre, solo la solicitud de indulto ha impedido que este ya en Villena pagando por sus delitos. El pasado enero sin embargo, la máxima instancia judicial de la Comunidad, el TSJCV, por lo normal muy dado a proteger el trasero de los cargos públicos pperos, informó al ministerio fiscal en contra del indulto a nuestro ex alcalde. A esto debemos añadir también las declaraciones del pasado marzo del ministro de justicia Alberto Ruíz Gallardón, que hizo borrón y cuenta nueva y afirmó que “mientras sea ministro no indultaré a nadie (más) por corrupción”.
No existe por tanto ninguna justificación razonable para que no esté ya en prisión salvo la demora habitual de nuestro sistema judicial, así que comprendo que haya empezado a circular por la ciudad una recogida de firmas para pedirle al juez su inmediato ingreso en prisión. Sabemos que a duras penas podrá salir adelante esa iniciativa ya que si trascienden los nombres las más que probables consecuencias personales y/o económicas serían inmediatas para los firmantes, lo habitual en una ciudad gobernada por una mayoría absoluta mantenida, elección tras elección, gracias a una red clientelar de tintes cuasi mafiosos, pero el hecho de que se haya puesto en marcha es una prueba de que el hastío y la indignación que genera el caballero en cuestión está muy extendido en la ciudad. Estaría bien, por cierto, que ese hastío se prolongue hacía los que dejó de guardia y Torrevieja vote el fin del régimen poppulero el próximo año.
Mientras tanto, si me encuentro con el papel lo firmaré, por justicia y para seguir dándole aire a estos atrapamoscas que pululan por la ciudad sin otra cosa que hacer que insultar a alguien porque piensa diferente que él.
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