Acaba el año 2014, que no ha sido un año cualquiera. En él hemos visto cambiar muchas cosas. Han sucedido otras que ni imaginábamos en los anteriores. Ha sido el año en que los ciudadanos han dicho hasta aquí llegamos. Dando muestras de estar muy hartos de todo cuanto ha venido sucediendo. Los recortes, los abusos, la corrupción, los desahucios, los
copagos… Han hecho mucho daño, y la ciudadanía parece que reaccionó.
También la Justicia ha dado pasos importantes durante estos doce meses. Hemos visto ejecutar sentencias que no hubiesemos imaginado tiempo atrás. Ni nosotros, ni los propios condenados. Todo eso a pesar de la enorme presión que se ejerce aún sobre los jueces. Véase el caso del juez Pablo Ruz, que va a ser apartado como lo fueron Baltasar Garzón y Elpidio Silva. Ahí el que trabaja e intenta aclarar las tramas, va fuera. Aún así, estamos viendo en la carcel a delincuentes que ocupaban cargos importantes y parecían intocables. Más algún ex-ministro que está al caer. Todo ello, y el importante batacazo de las Elecciones Europeas, está empezando a hacer meditar a los dos partidos principales. Han comenzado a hacer algunos gestos. Pero aún no han comprendido del todo la gravedad de la situación. Hay algunos pasos contradictorios que se están dando. La aprobación de la llamada «Ley mordaza» da a conocer el miedo que se siente en las alturas a la reacción popular ante las injusticias que se están cometiendo. Es como si quisieran volver a otros tiempos que, al parecer, les gustaban más. Pero el futuro está ahí y la ciudadanía parece haber descubierto al fin que tiene mucho que decir en él. Esperemos que sea para bien y el 2015 nos traiga buenas novedades, para toda la gente buena que sufre injustamente, por los errores de otros.
Felices Fiestas y nos encontramos el 9 de enero de 2015.
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