J.O.
Una serie de treinta cómics bajo el lema «Historietas de la serie «No tiene nombre»», parecidos a los tebeos, van a estar expuestos en la sala del centro cultural Virgen del Carmen hasta el 20 de septiembre, y es sorprendente su total énfasis sobre un feminismo irónico a lo Séneca, por citar a un macho no machista cuyo nombre terminaba en «a», como si la cazadora Diana quisiera acabar con los desatinos lingüísticos de nuestro idioma español. En mi opinión, habría que hablar no sólo de las abogadAs, las médicAs, las gestorAs y científicAs, sino de los artistOs, los turistOs, los ciclistOs y los revistOs «for men». Ella basa su análisis en el uso del lenguaje cotidiano: «Si sigues llamándome «la ingeniero», yo te llamaré «el ingeniera»», y hace reflexionar sobre el empleo de los nombres que nos identifican como individuos: «Si el lenguaje no me nombra, no existo; pero mientras exista voy a luchar para que el lenguaje me nombre».
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