Manuel Bueno
Director de Colesterol Teatro
Las estadísticas chismosas dicen que existe un tanto por ciento (grande, muy grande) de mujeres que, en edad adulta, no han llegado a disfrutar de un orgasmo. Otras, más tristes, hablan de las que, en toda su vida, sintieron, durante unos instantes, esa descarga mágica que emanaba de entre sus piernas.
«Emprendedores.punto G», es el título de la obra de teatro que acabo de escribir. En ella, tres amigos, en paro, deciden salir de la miseria a través de una propuesta arriesgada, novedosa y de corte social que les llevará a montar un negocio exitoso y estimulante para la mujer y su punto G (no podía ser de otra manera).
La iniciativa de nuestros protagonistas tiene que ver con el sexo, pero no es un puticlub. Tiene que ver con la frustración, pero no es un gabinete psicológico. Tiene que ver con la represión, pero tampoco sucede en una comisaría de un barrio marginal.
Terapia Transaccional contra la Tapia (T.T.T.) es un espacio donde se recibe, individualmente, a cualquier mujer (mayor de edad) que lo solicite (durante solo 69 minutos) para que comparta, con uno de nuestros emprendedores, cualquier fantasía o acción (no violenta) que le apetezca, porque ella, y solo ella, lo decide así. Sin prejuicios, sin tapujos, sin preguntas. Durante ese tiempo , ella podrá hablar de aquello que en ningún otro sitio será escuchada, quizás. Podrá estar en silencio, sentir la música o su respiración. Podrá reír (con o sin motivo), gritar, saltar, bailar, desnudarse, pedir un masaje, volverse a vestir, hacer preguntas absurdas o no, fumarse un peta, follarse al emprendedor, leer un libro en voz alta o no. En resumen, desahogarse hasta donde su cuerpo y mente se lo permitan. Liberar todo aquello que a diario se reprime en su relación con esa su vida, que no es vida. Y todo, por 50 pavos sesión.
No es fácil. Ni ser este tipo de emprendedor, ni atreverse a probar, por parte de ellas, que se pueden derribar esos muros que desde siempre quisieron librarse de ellos. No es fácil, pero merece la pena intentarlo. El emprendedor deberá ser alguien que ella no tiene habitualmente a su lado, o sea, un tipo sensible, receptivo, generoso, empático, amoroso, un poco hábil y paciente, si puede ser. Ellas, cuanto más atrevidas, más cerca se hallarán de quien realmente son, alejándose de ese patético personaje estereotipado que esta sociedad le ha diseñado a medida y para siempre.
Hablamos y queremos mostrar aquí esa mujer que no tiene tiempo para sí misma, que no dispone de un espacio donde ofrecer su mejor versión, que carece de esa gente amable a su alrededor que le permita crecer y realizarse. Una mujer que ya perdió hace tiempo su compañero de juegos, su esperanza, su amor por sí misma…
Sabemos que vivir en esta sociedad, en la que el hombre ha establecido sus reglas, para la mujer, no es nada fácil y menos, confortable. Desde la escuela al puesto de trabajo, desde su rol de pareja hasta su aceptación individual como mujer sexualmente libre y dinámica, ellas han tenido una carga extra frente al hombre: demostrar siempre su valía, su coraje, su generosidad y su ternura.
Las estadísticas también nos dicen obviedades sobre el trato del hombre a su pareja. Estas hablan de indiferencia ante sus inquietudes intelectuales, de su displicencia ante sus desahogos emocionales, de su ignoracia y poca habilidad en el momento de provocar el orgasmo femenino, de su aburrimiento existencial que le genera el matrimonio. Yo, añado, que ellos, la mayor parte de ellos, nunca cuidaron sexualmente de su pareja, es más, cuando se dio la ocasión, se fueron de putas a la rotonda o al club de carretera más próximo y allí se acabó el cuento. Ellas, algunas, se masturbarán, otras, pensarán en las ocasiones que dejaron pasar y que ya nunca volverán. El resto se resignarán, porque siempre ha sido así. Ahora, ese hombre, con el que convive, ya no la escucha, no la ilusiona, no es cómplice de nada, es simplemente un güevón vegetal.
Pues sí señor, de este escalón de realidad nace el espacio T.T.T. Y sus emprendedores.punto G. Las mujeres necesitan liberarse de los antojos de los hombres displicentes y machistas, saltarse las reglas que ellos diseñan para convertirlas en seres entregados y sumisos. Sexualmente libres, los tipejos que tenéis al lado se echarán a temblar, se dispersarán y deprimirán para una buena temporada. Mientras, aprovechad la ocasión para disfrutar de vuestra espléndida naturaleza, que os ha dado la posibilidad de permanecer en éxtasis hasta el infinito y más allá. Con o sin pareja oficial.
Y los que no aprendan,…..QUE LES DEN!!. Nosotros (COLESTEROL TEATRO) estaremos, como siempre, en ese punto álgido del humor y la creatividad, del absurdo y de la sexualidad, del guiño inteligente que la mujer se merece, que no es otro, ni más ni menos, que el punto G….. G, de Gclítorís, Güevos, Govarios, Goya,….como todas sabéis.
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