El tema del comportamiento humano a cualquier nivel ha sido siempre uno de los objetivos de los pensadores de todas las épocas, a nivel personal y colectivo a través de su forma política, que cambia constantemente con cada época.
Para ello he escogido la vida y obra del escritor latino Décimo Junio Juvenal, donde confluyen las dos épocas, el fin de la democracia griega y la consolidación del Imperio Romano con sus prácticas demagógicas que emplearon los Emperadores para controlar las nuevas nacionalidades creadas tras la inmigraciones de las tribus indoeuropeas en nuestro continente. Pero volvamos a nuestro tema sobre las relaciones entre Juvenal y los emperadores romanos Trajano y Domiciano, de comienzos de nuestra era, pues, debido a sus 16 famosas «Sátiras», muchas de las cuales nos han llegado fraccionadas, le merecieron el exilio, del que se sabe muy poco. A él se le atribuye la célebre frase «panem et circenses», que responde a que la forma imperial de gobernar de su tiempo era comprando las opiniones de los ciudadanos con regalos y festejos, algo parecido a los casos de corrupción que proliferan hoy en día por doquier.
Mucho deja que desear el sistema totalitario de los romanos, si bien su influencia en la creación de Europa fuera decisiva, sobre todo en la creación del derecho y del modelo político iniciado por el Emperador Augusto que, a través de dinastías familiares, se mantuvo en el poder más de 400 años. Juvenal pone en relieve los abusos de este sistema demagógico de los Césares al separarse de la tradición democrática de los griegos, lo que marcó la división de la Europa del Oriente de la Occidental, marcada por los continuos sistemas absolutistas que todavía persisten en muchos lugares, basándose en el derecho totalitario de los romanos.
HECHOS YDICHOS
La demagogia es la capacidad de vestir las ideas menores bajo las palabras mayores. Abraham Lincoln
DICHO ANTIGUO
La corrupción comienza cuando termina la transparencia.
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