Según nos cuentan los políticos normalmente, ellos están en política para servir a la comunidad, y en algunos casos así será, no lo dudamos, pero entonces, nos preguntamos los ciudadanos, ¿por qué cuando un partido pierde unas elecciones, después de estar en el poder, se monta tal batalla en su interior?
Ahora mismo tenemos ahí los vivos ejemplos del PP a nivel nacional, con su particular espectáculo, y el PSOE a nivel local, que éstos lo tienen aún peor, quizá porque llevan más tiempo perdiendo.
Cuando ganan no hay problemas, todos colocados, cobrando (o sirviendo a su pueblo, que dirían ellos) tan contentos, todos son buenísimos, pero el día que pierden, ahí los tienes apuñalándose los unos a los otros, más o menos veladamente, en estos momentos casi en vivo y en directo, ya sin disimulos. Hubo partidos que llegaron a desaparecer, incluso, después de haber estado en el poder, y es que los intereses particulares llegan a ser tan fuertes que arrasan todo vestigio de armonía y unidad.
También funciona bastante el sistema de compra-venta, que, por cierto, se lleva mucho, y en varios sentidos y conceptos. Todos conocemos una amplia variedad de casos, algunos bastante escandalosos. Como escandalosa es ahora la situación que se está viviendo dentro del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento.
Algún día lo sabremos todo, aunque algunos no quieran hablar, cuando una imagen vale más que mil palabras. La independencia tiene eso, que no gusta demasiado, sobre todo a los que tienen algo que ocultar.
Con lo bueno y saludable que es hablar claro, cuando se puede, también es verdad, si no se puede, hay quién opta por callar, ocultarse o agachar la cabeza, aunque al final todo se acaba sabiendo, por mucho que se intente tapar, pero es que este mundo acaba siendo como un pañuelo.
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