Fiestas, alegría, ilusión… Es lo que nos evoca el mes de diciembre, y más en Torrevieja, con sus fiestas patronales. En esta época, todos volvemos a ser un poco niños al salir la «Charamita», disfrutamos de los conciertos que habíamos estado esperando y, en definitiva, tenemos ganas de salir a vivir la fiesta a la calle, y más si cabe, aunque sólo sea por curiosidad, con las novedades de este año, como las actividades de «Caballero de Rodas, km 0» o los Sanfermines con toros hinchables, en los que algunos atisban reminiscencias de la «vaquilla» de antaño. Se avecinan días de alegría en las calles, como ya la hubo en el renovado desfile infantil, y también en los comercios a raíz de la última campaña de «Black Friday»; ambas percibidas muy positivamente. Son muestras del ímpetu y ganas con que se asumen nuevas responsabilidades, del revulsivo que supone cualquier relevo en la dirección, como tantas veces se ve en empresas y asociaciones. No en vano, el recién llegado tiene la ardua tarea de ganarse la confianza de la que gozaban sus predecesores, por lo que el reto no consiste sólo en igualarlos, sino en superarlos. No es un reto fácil, ya que, para ganar, hay que arriesgar. Y este riesgo pasa por salir de la «zona de confort», probar ideas y fórmulas nuevas, y no dar por hecho que «lo que se ha hecho toda la vida» siempre funcionará. Y la mayoría de las veces, cuando las ideas son buenas, se aplican con sentido común y se trabaja mucho, los resultados son espectaculares. Así lo vemos en empresas como Tabisam, recientemente galardonada con el premio Apymeco como referente comercial. ¡Enhorabuena!
Y, en mitad de las fiestas, nos hemos metido en la campaña electoral casi sin enterarnos. Que las fiestas no nos sirvan para aletargarnos, sino para tomar fuerzas para informarnos, empaparnos de los pormenores de los programas y despejar todas nuestras dudas.
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