Fernando Guardiola
ferguarmo@gmail.com
El pasado lunes, en el salón de actos de la sede de Esperanza y Vida, tuvo lugar una sencilla ceremonia de entrega de las altas terapéuticas que, tras su rehabilitación, se entregan periódicamente. Presidió la mesa la concejala de Bienestar Social, Lola Canales, y el presidente de la asociación, Miguel Cano.
Abrió el acto la directora del centro, Dulce Catalán, que elogió la labor de los psicólogos y colaboradores que han estado al pie del cañón, con los protagonistas de la tarde: Julián, Jose, Joaquín, Chari, Luis, Jorge, Juanma y Juan Pablo, a quienes todos les dirigieron unas palabras contando anécdotas del tiempo de recuperación, con palabras llenas de ánimo y, en algunos casos, llenas de una sincera emoción, que hicieron llegar a las lágrimas a algunos de los asistentes. Al cierre, se entregaron unos obsequios a los rehabilitados y sendos ramos de flores a los familiares, entre una cerrada ovación.
Enhorabuena miguel,estas demostrando que no hace falta hacer ruido ni ponerse medallas para hacer una gran labor unos se las colgaron y tú con esa vocación de ayuda y tu humildad, una lección para otros presidentes.
Gracias por vuestra labor estoy de acuerdo con el comentario anterior,ya estaba bien de pasear lastimosamente esta enfermedad para alimentar egos de la gente, ahora le toca a otra.
Yo queria comentar que en Esperanza y Vida nunca ha existido nadie que se dedicase a «pasear lastimosamente» ninguna enfermedad, y menos todavia con la intención de ponerse medallas. Me parece increible que se publiquen comentarios como los anteriores sin aclarar a que o a quién se dirigen, eso demuestra una gran cobardia de quien los escribe, tirar la piedra y esconder la mano.