El afán de superación es algo intrínseco en el ser humano, al que todos tenemos derecho y nadie debe renunciar, ya que nos lleva a avanzar tanto a nivel cultural, social como personal. Cuando surge la ocasión de progresar, es muy lícito que se aproveche, ahora bien, es conveniente poner todo el interés de nuestra parte, porque aquí nadie regala nada y es necesario ganarlo todo a pulso y diariamente, con esfuerzo y trabajo constante y muchas veces sacrificado. Esto es algo que muchos jóvenes no terminan de entender muy bien, quizá es que les ha llegado todo demasiado fácil y no han asimilado bien lo que supone conseguir algo estable. También es cierto que la situación actual de crisis nos está devolviendo a todos de nuevo a la cruda realidad, después de una etapa tan extraordinaria cómo la que hemos vivido, en la que era excesivamente fácil hacer fortuna, por las múltiples oportunidades que había, ha llegado el momento de poner los pies en la tierra y trabajar duro, el que tenga la suerte, que actualmente eso supone, para lograr salir adelante. No podemos estar ahí lamentándonos en un rincón, sin hacer nada por nosotros mismos, es el momento de luchar, de sacar lo mejor que todo ser humano lleva dentro para sobreponernos a la mala situación y no dejar que ésta pueda con nosotros.
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