Julián Carcaño Pareja
Militante de Los Verdes de Torrevieja
El Ayuntamiento de Torrevieja no puede seguir dando las «paguicas» porque el Gobierno de Mariano Rajoy dice que no son legales y que no se pueden conceder como venía haciendo el Ayuntamiento ya que “no tienen la naturaleza jurídica de una subvención” y afectan a la competencia de otras administraciones.
Las cuantías no eran elevadas (un máximo de 400 euros anuales), pero eran un pequeño complemento para las pensiones más bajas. En la última adjudicación realizada (correspondiente al ejercicio de 2014), el gobierno democrático de Torrevieja acabó con la vergüenza de la entrega en mano de los cheques ante la prensa instaurada por el PP.
Según la Subdelegación del Gobierno y los informes técnicos municipales, las “paguicas” eran ilegales desde el año 2003, pero es ahora cuando el Gobierno está coartando la autonomía municipal.
De forma mentirosa, los ediles del PP de Torrevieja intentan echarle la responsabilidad al alcalde. Pero es muy fácil comprobar que es el Gobierno de Rajoy quien se ha cargado las «paguicas» que daba el Ayuntamiento, como dejan patente el informe de la intervención y el oficio de la Subdelegación del Gobierno en Alicante de 15 de noviembre de 2016.
Es la legislación del Gobierno del PP la que impide la duplicidad de ayudas por el mismo concepto y la que impone como una norma el límite del gasto público. Por ello, para el próximo ejercicio del 2017, el alcalde José Manuel Dolón anunció que el Ayuntamiento está articulando un sistema de ayudas sociales para los pensionistas que no pueda ser cuestionado por el Gobierno ni declarado ilegal.
Las cortapisas que el Gobierno pone a las ayudas municipales no son ajenas al deterioro que en los últimos años están sufriendo los salarios de los trabajadores y las pensiones públicas con la excusa de la crisis económica. Desde el Gobierno están preparando una drástica reducción de las pensiones. La ministra Fátima Báñez y sus “expertos” anuncian de tapado un recorte del 40% en las pensiones futuras e insinúan la posibilidad de desligar las pensiones de viudedad y de orfandad del sistema de la Seguridad Social para que pierdan su carácter contributivo.
La primera reforma de las pensiones propiciada por el PSOE en 2011 sirvió para alargar la edad de jubilación hasta los 67 años y endurecer las condiciones de jubilación. La segunda reforma, aprobada por el PP sin consenso en 2013, desligó las pensiones del IPC, limitando su revalorización a un paupérrimo 0,25% mientras el sistema pierda dinero, e introdujo el factor de sostenibilidad, una fórmula matemática que entrará en vigor en enero de 2019 y por la que la cuantía de las pensiones se revisará cada cierto tiempo en función de la evolución de la esperanza de vida y del número de pensionistas, lo que empujará las pensiones a la baja.
Si en la actualidad un jubilado empieza a disfrutar de una pensión equivalente a un 75% del salario que percibía en activo, las reformas de 2011 y 2013 llevarán a que el pensionista del año 2050 cobre de media el 48% del salario que tenía como trabajador.
El mismo Gobierno del PP que impone la austeridad a los ayuntamientos y a las Comunidades Autónomas, ha generado un déficit de casi 20.000 millones en la Seguridad Social y se ha comido en 5 años la hucha de las pensiones (Fondo de Reserva de la Seguridad Social).
El Gobierno admite ante Bruselas que sólo hay ‘hucha’ de las pensiones para un año. Rajoy ha sido el primer presidente en ‘meter mano’ a este fondo, creado por el Pacto de Toledo en época de Aznar, que dejó 10.000 millones en la cuenta, y que Zapatero multiplicó casi por siete al dejar casi 70.000 millones de euros en la hucha cuando salió del Gobierno en 2011.
Ni en los peores años de la crisis Zapatero tocó ni un euro de esa hucha, pero Rajoy ha sacado fondos en varias ocasiones y la ha dejado esquilmada con un saldo de 25.000 millones. A este ritmo, la llamada hucha de las pensiones se acabará a finales de 2017 y la Seguridad social seguirá en números rojos durante varios años más. El PP perjudica gravemente las pensiones.
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