Desde antaño, todos los pueblos han tenido sus propias tradiciones. Incluso antes de Jesucristo, los pueblos ya tenían sus juegos y fiestas tradicionales, incluyendo en ellas a los animales que posteriormente sacrificaban. Según dice la leyenda, Sansón, hombre bendecido por Dios, mató a un león en lucha contra él y utilizando su poderosa fuerza.
Es bien sabido que los judíos tenían prohibido comer la carne de los cerdos, ya que estaba considerado como un animal impuro. San Pedro, que era judío, tuvo una visión.
La visión comenzó con una sábana que descendía del cielo conteniendo todo tipo de animales y aves. Entonces la voz de Dios llamó a Pedro, y le ordenó tres veces: «Levántate, Pedro, mata y come». A pesar que él estaba hambriento, se negó en cada ocasión diciendo: «Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás» (vs. 14). En cada ocasión, Dios respondió: «Lo que Dios limpió, no lo llames tú común ni impuro» (vs.15).
También tenemos en la Biblia otro ejemplo en el que Dios comió ternera. En la visita que le hicieron tres hombres a Abrahán, este mando matar un ternero joven y dio de comer a aquellos tres hombres que no eran otros, sino el mismo Dios.
Aparte de lo que dice la Biblia, tenemos innumerables ejemplos de la crueldad que el hombre emplea con algunos animales. Piensen ustedes si no es inmensamente cruel coger un pajarillo y meterlo en un habitáculo de 0,027 m3 para toda su vida, es lo mismo que cuando a un hombre lo encarcelan con cadena perpetua. Piensen también en aquellos animales que viven en los zoológicos, entre hierros y puertas de seguridad, fuera de su hábitat natural, para goce y disfrute de aquellas personas que visitan a menudo este tipo de establecimientos, mientras los animales sufren, aunque creamos que no, ese encierro perpetuo hasta su muerte. Podemos preguntarnos: ¿qué es más cruel? Y en estos aspectos no veo se manifiesten los animalistas ni hagan sentadas ni manifestaciones ante estos hechos tan lamentables.
Yo me pregunto: ¿es necesario llegar a la violencia para defender una forma de pensar? Yo creo que no. Es más fácil, efectivo y elegante dedicarse a educar a los niños desde pequeños para que comprendan lo que es cruel y lo que no. Posiblemente, se evitaría hasta el acoso escolar que tantos problemas está causando, o sea que la violencia natural con la que se emplean las fieras en su hábitat, es la que el hombre está empleando en el suyo, está matando a su mujer o su novia, la está maltratando. ¿En qué se diferencia de los animales en las sabanas de África o por ejemplo en la matanza ilegal de elefantes por cazadores furtivos para negociar con su marfil?
Como vemos, la crueldad con los animales se está igualando a la que se emplea con las mujeres: son explotadas sexualmente, comercian con ellas como si fuesen esclavas en el siglo actual, y estas personas que quieren defender a los animales parece ser que, concretamente con el toro, no se escandalizan de ver lo que se está haciendo con la explotación sexual de los niños, las mujeres y, ¿por qué no?, también con los hombres cuya homosexualidad es motivo de maltrato y castigo.
Vamos con el toro. Yo nunca he ido a una corrida, pero mi madre, que ojalá esté viendo la Luz del Rostro de Dios, era muy aficionada a las citadas corridas de toros, no se perdía ninguna que transmitiesen por la televisión, y, ¿por qué? Pues, muy sencillo, su padre, o sea, mi abuelo, al que no llegué a conocer, la llevaba con él a los toros y, dada su posición económica antes de la guerra, invitaba a su casa al Gallo y otros toreros de altura que existían entonces y que yo no recuerdo sus nombres, aunque mi madre me lo contaba. ¿Ustedes creen que por eso yo tenía que odiar a mi madre? Al contrario, muchas tardes la acompañaba para que no estuviese sola, aunque a mí no me gustasen los toros, por lo que el mismo respeto que sentía por mi madre, lo siento también por aquellas personas a las que le gustan estos espectáculos.
Yo lo que veo y, posiblemente esté equivocado, es que el toro es un animal que se está cuidando con mimo en los campos, con plena libertad, bien alimentado, sin ser maltratado y, cuando llega la edad en la que tiene que ir a la plaza, se enfrenta en una lucha a muerte con el torero, el caballo y el picador, pues la mayoría de las veces el que muere es el toro, pero ha habido muchos toreros y picadores que, en esa lucha, son los que han salido perdiendo frente al toro, pues también han perdido su vida corneados por uno de ellos. Yo creo que, como digo al principio de este párrafo, puedo estar en un error, pero un toro pesa 600 o más kg., con una fuerza impresionante, la que no tienen ni el caballo, ni el picador, ni el torero, por eso tienen que ir equilibrando las fuerzas para el enfrentamiento final, cuerpo a cuerpo, entre el toro y el torero, incluso, a veces, el que ha muerto ha sido el mozo que les da de comer en los corrales sin meterse con ellos.
¿Ustedes han presenciado alguna vez una lucha entre dos toros? Yo sí, y es terrible, los mayorales no se pueden acercar y dura hasta que uno de ellos pierde la partida, o sea, la vida, lo que nos indica que el toro es luchador por naturaleza.
En fin, otro tema es la cantidad de personas que viven y tienen un empleo gracias a los toros, lo que, en caso de abolir la fiesta, irían a engrosar la gran cifra de personas que, por desgracia, no pueden optar a uno de esos puestos.
Carlos García
Dios nunca ha comido ni ternera ni nada. También en algunas civilizaciones antiguas sacrificaban a humanos. ¿Deberíamos seguir haciéndolo? ¿Todo lo que se dice en la Biblia es relevanta a hoy? Que los que viven de toros aprendan otro oficio. Y el tema de los pajaritos en jaulas, ¿por qué la gente lo hace???