Pienso que todas las personas en algún momento tenemos un sueño, y el mío era, cuando me jubilara, poder llegar a vivir bien en Torrevieja o Alicante. Y ese día llegó hace cuatro años, después de trabajar 40, cerré mi casita muy cerquita del mar, dejé mis amigos, conocidos y familiares, cargué el coche hasta el techo, y un buen día me planté en Torrevieja.
Se da la circunstancia de que al poco tiempo de estar en esta maravillosa ciudad, conocí a una linda y encantadora mujer, puesto que llevaba bastantes años divorciado, y era algo que también estaba deseando, reencontrarme de nuevo con una mujer para compartir mi vida. Con esta nueva situación, y como dicen en mi tierra que tiran más dos tetas que dos bueyes, aquí me he instalado, creo que para el resto de mi vida.
Una vez recorrida la ciudad de Torrevieja, comprobé el abandono y dejadez que impera en esta linda villa. Gobernaba en aquel entonces el PP, que eran sus dos últimos años en la Alcaldía, y ahora está esa junta de partidos políticos gobernando que más bien parecen un «revolutum». Y, después de estar tantos años, unos en la oposición, y otros de nueva creación, como dice Julio Iglesias, todo sigue igual, por no decir peor que antes.
El día 23 del corriente mes, me dio por asistir al Pleno del Ayuntamiento para escuchar a los que administran nuestros impuestos. Hoy es el día que aún sigo pensando que yo no he estado en un Pleno. Yo he estado en un teatro, porque lo que escuché y vi durante tres horas era un puro teatro. Los actores o artistas que actuaban en esta obra eran los portavoces de los distintos grupos políticos; pues unos preguntaban, y los otros respondían lo que le daba la gana, menos la respuesta adecuada a la pregunta formulada, y así durante tres horas, hasta que se llegó al punto de ruegos y preguntas. Este último sería para enmarcar, porque el bochorno vivido no tiene calificación. Yo para mis adentros me hacía una reflexión: Si estos «garrulos» hacen un Pleno en una plaza o espacio libre donde estuviera lleno de ciudadanos torrevejenses, éstos no terminarían el Pleno porque serían repudiados a gorrazos, porque por haber entre ellos, los hay hasta que ni saben leer, y, si lo hacen, es con muchas deficiencias.
Los partidos políticos y estos «Anacletos» que los representan en las ciudades, no se dan cuenta que los ciudadanos están más que hartos de promesas incumplidas. Señores políticos, ¿Vds. piensan que el teatro que montan en los Plenos llega a nivel de calle? Si piensan así, están muy equivocados. El ciudadano de a pie lo que quiere de las personas que le gobiernan son hechos y resultados de su gestión, y en esta ciudad los resultados no se ven, porque en la calle donde se rompe un árbol, no se repone, y el hueco se tapa con cemento, los bolardos que rodean los árboles están todos destrozados, las marcas en la calzada ni se ven, el asfaltado de alguna calle más bien parece del rural y no de una ciudad, faltan muchos árboles por reponer, apenas hay contenedores para recoger el aceite quemado de las viviendas, hay deficiencia de contenedores para recoger cartón, plásticos y vidrio, hay cantidad de calles que no cuentan con papeleras, el abandono o mantenimiento en jardines o playas mejor es ni comentarlo, y de la suciedad en las calles, puffff…
Aparte de muchas cosas más, donde el abandono es total, el ciudadano lo que quiere son hechos. Así que pónganse Vds. a trabajar por la ciudad, abandonen el teatro que montan, que son muy malos actores, porque el ciudadano no les llamó para hacer esa obra. (Vds. sí se han presentado voluntarios…)
José Luis González
Estoy contigo y te has quedado corto.
Chapeau, vecino, ha dado usted en la diana, de una manera muy simple ha descrito a la perfección la realidad municipal, «teatro» y «pésimos actores». O se ponen las pilas los nuevos ediles y gobiernan gestionando con seriedad y eficacia, no vale sólo los buenos propósitos, nuestra ciudad y sus gentes exigen gestión eficaz, no politiquería de salón. Salù2.