En las últimas décadas, el ser humano ha ido depredando el territorio a su conveniencia, para su mayor comodidad inmediata. Esta ocupación y destrucción del medio natural ha sido muy palpable en zonas costeras como la nuestra, donde hemos visto desaparecer el paisaje tradicional con el pretexto de tener nuestra «casita en la playa» (y, cuanto más cerca de la orilla, mejor). Ahora, en los últimos años, comenzamos a darnos cuenta de la importancia del medio natural para la vida. Poco a poco, vamos viendo iniciativas dirigidas a preservar lo poco que nos queda en nuestro patrimonio natural. Por eso, noticias como la inclusión en el Pativel de la ampliación de la protección de Cala Ferris, la zona de las calas de Torrevieja y el entorno del Parque Natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja, son de agradecer para quienes vivimos y disfrutamos de Torrevieja y sus valores medioambientales -que, pese a que no lo creamos, son muchos; basta participar en una de las ecorutas por el Parque Natural para darnos cuenta-. En estos días, abundan las iniciativas que tratan de concienciar sobre el respeto a nuestro entorno, como el ciclo de cine y conferencias «Junio Medioambiental», el anuncio del reparto de colilleros para no ensuciar las playas, la jornada de limpieza en el Dique de Levante organizada por Proyecto CES o las iniciativas de divulgación organizadas por la sede en Torrevieja de la Universidad de Alicante, sobre el Parque Natural o sobre biodiversidad, con el experto de la Unesco Sergio Guevara. Todo esto, en unos días en los que hasta tres ballenas se han acercado a nuestras costas. ¿Será casualidad?
el libro de Ramón J. Sendero, «réquiem por un campesino español» se describe al pobre campesino español iletrado, miedoso( con razón),con la boina entre las manos y la cabeza gacha. A la guardia civil con rostro hosco, mosquetón en la mano y siempre a las ordenes del rico. El rico con la vara, la sonrisa torcida, el ojo en la aldeana guapa, y de misa diaria. Ese rico que sojuzgaba alnpobre, con miedo, con indecencia, con la vara, con la cruz, con la guardia civil. Pero esa guardia civil ahora tiene otros jefes. Nacidos en la democracia ya no son los tricornios de Lorca. Ahora defienden la legalidad, y no son siervos de los ricos sino de la decencia y la justicia. Y esos campesinos han tenido hijos que hablan idiomas, han trabajado fuera de España y dentro y han estudiado en la universidad. Nosotros somos esos hijos. Y no os tenemos miedo. Ya no cogemos la boina con sudor frío entre las manos temblorosas. Esos hijos ahora luchamos sabiendo cuando se comete fraude y prevaricación. Y llegado el momento se denunciara. Foso hijos sin miedo somos muchos. Porque salvemos lo ferris somos todos los torrevejenses que creemos en que lo de todos no se puede robar. Y las vías pecuarias nos pertenecen. Y han sido valladas. La lucha acaba de comenzar y nada nos detendrá. Ganaremos y recuperaremps lo que es nuestro. Y quien comete prevaricación y fraude lo pagara. Viva torre vieja. Viva lo ferris. Mas os valdría tomarnos en serio porque el tiempo del miedo ya paso.