Han pasado dos años

Da la sensación de que el tiempo no ha corrido, pero han transcurrido dos años desde que cambió el signo político del Ayuntamiento. Tanto es así que comenzaron a gobernar cinco partidos, cada uno de su padre y de su madre, y, como siempre ocurren cosas inesperadas, de cinco pasaron a cuatro por discrepancias, desconfianzas, engaños, trampas, flirteos con otras fuerzas, perspectivas distintas para ver la gestión del gobierno, maneras de vivir (como dice la letra de la canción) o vaya usted a saber. Cuatro partidos que están gobernando la ciudad, con sus obstáculos, trabas por doquier, ineficiencia en algunas ocasiones, falta de perspectiva en otras, pero con un arrojo, una valentía, una honestidad y unas enormes ganas de transformar en lo posible esta ciudad, que para lo bueno y lo malo es en la que vivimos y convivimos. En política, creo, hay una cosa importantísima: las formas de hacer, las maneras de gestionar. Eso, puedo asegurarlo -por experiencia propia, sin que nadie me lo cuente- ha cambiado de forma abismal. A pesar de los pesares, a pesar de tanto detractor, de tanto pillo por ahí suelto, de tantas ganas de que se fracase, en estos dos años de gestión municipal no todo ha sido negativo. Faltaría más. Sin embargo, el esfuerzo es tan enorme, la voluntad puesta tan grande, el reto tan esperanzador para lo que están viviendo en el día a día que, por más obstáculos que se pongan o aparezcan en el camino, son salvados de muy buena forma. Es difícil trabajar con unos presupuestos prorrogados, que no son los que deseas, y mucho más complicado es poner de acuerdo a una mayoría para aprobar los de este año. Todo esto entraña dificultad porque están pendientes del filo de una navaja. Digo que, a pesar de tanto pesar y de tanta hostia a la mandíbula, la sonrisa del alcalde no se pierde, sabedor y conocedor de que, por encima de los intereses particulares o partidistas, están los generales, los de toda la ciudadanía. Y es que, como bien dijo Domingo Soler, según leí en este periódico en el que colaboro, «hemos pasado de la política de la subvención a la del esfuerzo». Una frase tan reveladora como auténtica, que más o menos da a entender que quedan dos años más para intentar solventar problemas serios que tiene este municipio.
Postdata: aunque no viene a cuento, o sí, no sé muy bien por qué, los angustiosamente tímidos disponemos de buen sentido del humor.

3 comentarios

  1. en conjunto ha sido una diferencia enorme. Se ha reducido a la mitad la deuda. Se es honesto, esa es la diferencia.

  2. Creo que los torrevejenses no valoran como deben la gestion de este Alcalde. Las ansias de volver al Poder del anterior gobierno está causando atrasos en la actual gestión. El q diga lo contrario q se lo haga mirar

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