Daca, un sistema humanitario y de ayuda a extranjeros indocumentados aprobado por Obama, el ex-presidente, ha sido o está en proceso de eliminación o cancelación por parte del ya polémico presidente Donald Trump, decisión muy esperada, puesto que el sr. Trump, antes de ser elegido presidente, manifestaba que acabaría con algunos de los acuerdos firmados y pactados por el ex-presidente, y el sr. Trump, correcto o no, está cumpliendo su promesa y continúa con su descalabro.
Asociaciones, grupos y numerosos partidos políticos no están de acuerdo porque el sistema Daca está, estaba, ayudando a casi un millón de jóvenes indocumentados inmigrantes, traídos al país por sus padres, que han cursado sus estudios en Estados Unidos, que tienen sus trabajos, que son profesionales y excelentes deportistas y, sin duda alguna, que son también americanos.
Donald Trump cree, se imagina, apoyado por unos cuantos incapaces políticos, que esos indocumentados están quitándoles trabajos a otros americanos, pero se olvida de lo humano de la situación y de la división de las familias.
¿Qué podría decir el presidente acerca de muchísimos deportistas, y profesionales, ahora campeones y con excelentes puestos de trabajo y futuro, que han entrado en su país sin apenas problemas?
No es quién eres sino a quién conoces.
El Gobierno americano se ha dado un plazo de unos seis meses para solventar dicho problema y esperamos que la razón y el entendimiento triunfen, porque esos jóvenes americanos merecen continuar una vida decente y con unos derechos humanos como todos.
Jose Antonio Rivero Santana
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