Ángel Sáez Martínez
Secretario General y Portavoz PSPV-PSOE Torrevieja
En Torrevieja vamos a recibir al cuarto hijo. Hablamos de las distinciones denominadas «Hijos Adoptivos». Esta clase de honores debiera siempre concitar la unidad de todos con el homenajeado, pero esto no ocurre así en nuestra ciudad porque se está produciendo la utilización de este honor para el beneficio, no ya del partido político del alcalde, sino de una facción importante dentro del PP local que él lidera. De los cuatro homenajeados, sólo Urbano Arregui, un gran profesional de la ingeniería con multitud de distinciones al margen de la de Torrevieja, provoca una adhesión total por parte de la ciudadanía y de las fuerzas políticas. Por lo tanto, debiera erigirse en modelo a seguir cuando el Pleno del Ayuntamiento decida otorgar tal distinción. Otro de los honrados fue el colaborador de la dictadura de Franco, D. Juan Aparicio López, que tuvo una importancia decisiva desde su puesto en la administración franquista para el impulso de nuestro Certamen de Habaneras. Hace más de cincuenta años, este certamen nos dio a conocer fuera de nuestras fronteras y, por lo tanto, tuvo su importancia en el nacimiento de la Torrevieja moderna. A pesar de los pesares, no ha suscitado muestras de aversión entre los torrevejenses, primero porque es ya un nombramiento histórico, y segundo, porque se le reconocen los méritos. Pero, ¿qué ocurre con los Hijos Adoptivos más jóvenes? Pues que han sido fruto del interés político del alcalde del PP, Pedro Ángel Hernández. En el caso de Trillo, dándole calor en sus horas más bajas, tras el lamentable asunto de la muerte de 62 militares en el caso Yakolev, del que no tuvo la gallardía de intentar salir por la puerta grande dimitiendo, y tras la «gesta heroica» de lo del islote de Perejil. Nuestro alcalde utilizó esta distinción, que debería ser de todos, para agradar a Federico Trillo.
Ahora, en las horas más bajas del Presidente de la Generalitat por el caso Gürtel, que ya se ha cobrado víctimas en el PP, vamos a hacer lo mismo que con Trillo y, además, demostrará quién es él ante sus competidores internos que apoyan al Presidente de la Diputación y no a Camps. El resto de ciudadanos quedamos al margen de la distinción de Hijo Adoptivo de la Ciudad. Camps será Hijo de Torrevieja como consecuencia de las luchas intestinas por el poder en el PP torrevejense. Y, mientras tanto, pasan los días sin que nuestros gobernantes tengan un proyecto de ciudad que garantice el futuro a las próximas generaciones. Pero no desesperemos. Los ciclos se agotan, y lo que un Pleno en el Ayuntamiento puede otorgar, otro Pleno puede dejarlo sin efecto.
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