La economía sumergida

Los fariseos, con tal de probar a Jesús, le preguntaron: «¿Es lícito pagar los impuestos al Cesar?». Jesús les contestó: «¿Quién es éste que hay en la moneda?». Ellos le contestaron: «el César». Entonces, Jesús les dijo: «Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios ».
Hoy, ante la crisis en la que nos encontramos, ya reconocida sin reparos por nuestros gobernantes, se han tomado algunas medidas de carácter financiero para salvar a los bancos con dinero público, o sea, de los españoles. Aquí cabe preguntarse: ¿Y los accionistas que se han llevado los beneficios todos los años? ¿Por qué no ponen dinero ahora que las cosas van mal y tenemos que ser los españoles de a pie los que salvemos la situación?
Es evidente que aquellos bancos o cajas que han asumido hipotecas basura ahora se encuentren en dificultades de tesorería y tengan que recurrir al dinero interbancario para cubrir los coeficientes que marca el Banco de España. Esto hace que el Euribor se mantenga en cifras altas, o sea, que han comprado dinero barato para obtener beneficios, y ahora lo necesitan para cubrir el expediente, dado el alto porcentaje de morosidad e impago de los préstamos.
La inyección que el gobierno da con los 100.000.000.000 de euros que aporta al sistema financiero sería muy lamentable que fuese a parar a aquellas empresas inmobiliarias que, por su mala gestión, se han visto obligadas a efectuar suspensiones de pagos o quiebras, y no vaya a los sectores verdaderamente productivos que generan puestos de trabajo, como son las pequeñas empresas y los autónomos, que son los motores de nuestra economía.
¿Y el dinero negro? En nuestro país existe un gran número de empresas clandestinas, e incluso dadas de alta, que generan miles de millones en dinero negro (aquel que no paga impuestos y que no figura en los bancos) ¿Por qué el gobierno no hace lo mismo que ya hicieron sus antecesores -proporcionar una amnistía fiscal para que los poseedores de este dinero depositen en los bancos o en las cajas el mismo a un bajo tipo de interés durante cinco años, pudiéndolo recuperar legalizado-? Esto inyectaría también mucho dinero al mercado financiero y ayudaría a bajar los tipos del Euribor.
Otra de las dificultades con la que nos estamos encontrando es que muchas personas, cuando contrataron su hipoteca, pagaban cuotas asequibles a sus ingresos, pero, como el Euribor se ha disparado, ahora no pueden atender las subidas que éstas han experimentado, provocando muchos quebraderos a los bancos porque tienen que hacerse cargo de las viviendas que no se pueden pagar. Yo, de éstos, bajaría las cuotas a cifras más asequibles, llevando las diferencias a una cuenta a compensar. El saldo de dicha cuenta se compensaría cuando bajasen los intereses, cobrando la misma cuota pactada en estos momentos o, en su defecto, lo cobraría al final del préstamo. En fin, esto es una idea que no sé si se podría llevar a cabo, pero lo que sí haría es evitar muchos problemas a bancos, cajas y clientes con hipotecas.

Carlos García

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