¿Para qué están los jueces, fiscales y la UCO?

Hace unos días que me puse a leer los artículos que algunas personas publican en El Periódico, al igual que yo, y pienso que todos ellos lo hacen con una buena voluntad y utilizando su derecho de expresión, pero alguno es repetitivo de las cosas que ya todos conocemos por medio de otros medios de comunicación como la televisión y prensa escrita. Eso hace que, como una gran parte de los políticos, nos convirtamos en jueces y fiscales, hecho que no nos corresponde, pues, a veces, algunas personas son declaradas inocentes o se archiva su caso por falta de pruebas, lo que hace que caigamos en un error y entonces nos convertimos en personas que hemos emitido y publicado hechos no probados todavía y desconocemos su proceso. Es fácil juzgar a los demás, es gratuito, pero Jesús, a través del Evangelio de Lucas (6.37, 30, 41, 42), nos dice: «No juzguéis, para que no seáis juzgados.» 2 – «Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.» – «3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?» – «4 ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?» – «5 ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano». Como verán, es antiguo el hecho de juzgar a los demás sin tener en cuenta que nuestra conducta corresponde a los jueces, o sea, al poder jurídico que, a mi juicio, debería ser completamente independiente del poder político.
Todo esto lo podrían tener en cuenta el PP y el PSOE, pues se acusan unos a otros de los desmanes económicos que ambos han venido haciendo en toda nuestra democracia, ¿o no conocen Vds. lo que ha estado pasando y pasa en Andalucía o Castilla-La Mancha? Yo creo que ambos deben corregirse mutuamente o callarse y no acusarse de corrupción en la medida en que ambos están metidos hasta los ojos.
Fíjense Vds., Italia es el país que más políticos tiene en Europa, pero nosotros, para no ser menos, tenemos el doble que en Italia. Si sumamos los médicos que hay en nuestro país, más los profesionales de la enseñanza y más los bomberos, nos da una cifra inferior a la de los políticos que existen, los cuales, mientras cualquier ciudadano tiene que tener un bachiller, una carrera universitaria, etc., para poder ocupar mediante oposición un cargo de funcionario o un empleo en una empresa, el político no necesita nada de esto. Además, se votan el sueldo que quieren tener, no cotizan a la Seguridad Social, se jubilan con una pensión extraordinaria, cobran dietas por desplazamientos más las comisiones en que intervienen, por lo que yo me pregunto: ¿por qué estos privilegios? ¿Es que son ciudadanos especiales? Me gustaría saber el montante en euros que suma la partida de los gastos que suponen en los Presupuestos del Estado lo que se llevan todos los políticos de nuestro país. Debe de ser impresionante y, además, les pagamos todos nosotros.
Alemania, el país más industrializado de Europa, con una tasa de paro bastante inferior a la nuestra, con muchos más habitantes que nuestro país, una Renta Per Cápita mucho más alta que la nuestra, tiene un 25% de políticos sobre los que nosotros tenemos y su marcha económica es la que marca el sentido y el camino de nuestra Comunidad Europea.
Todos tienen recetas para mejorar el paro y elevar el nivel de los sueldos que actualmente se vienen cobrando en los precarios contratos de trabajo, pero ninguno da con la fórmula mágica, y no es otra que la formación profesional y el reciclaje de las personas que están en paro. Miren, he estado varios años llevando el departamento de empleo de Caritas Inmaculada, y les puedo decir que, cada semana, contaba con las ofertas de todas las Agencias de Desarrollo local de la comarca de la Vega Baja, más San Javier y su entorno y el Vinalopó Bajo, o sea, más de cien ofertas de empleo semanales y, ¿quién encontraba empleo? El que hablaba inglés o cualquier otro idioma, el profesional de hostelería, el informático, etc. Todas aquellas personas que tenían formación, y ¿quién no lo encontraba? El peón de albañil y que no sabía hacer otra cosa, los peones de la tierra, que venían de otros sitios porque les habían dicho que en nuestra ciudad se llevaban los perros con longanizas, y ése es el fallo del desempleo, la falta de reciclar a estas personas (hombres y mujeres) que se habían quedado anclados en sus antiguos trabajos.
Se habla mucho del empleo en aquellos jóvenes que terminan sus carreras y no pueden trabajar en empresas donde desarrollar sus conocimientos adquiridos. Pues tenemos como ejemplo la Universidad Alfonso el Sabio, de Madrid, donde el 95% de sus estudiantes salen ya empleados, y esto, ¿por qué? Pues, muy sencillo, porque dicha universidad tiene convenios con cientos de empresas donde sus estudiantes practican a la vez que estudian, lo que no hacen las universidades públicas, y ahí está su error, ya que ninguna empresa contrata a jóvenes sin experiencia a los que tiene que ir formando con un elevado coste para las mismas.
Se pueden arreglar muchas cosas en nuestro país, pero no debemos ser Quijotes y vivir de ilusiones y arrastrar un gasto público tan elevado que podría ser invertido en hechos más prácticos y rentables socialmente.

Carlos García

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