Esto ha sido como el «parto de los montes», pero por fin Pepe Blanco por el PSOE y Pío García por el PP se han puesto de acuerdo para que por fin podamos ver, cara a cara, a los dos candidatos que más posibilidades tienen de acceder a presidir el próximo Gobierno de España.
Durante más de un mes, ambos representantes se habían enrocado cada cual en su postura, una la del PSOE, en que se hicieran en terreno neutral, con un moderador pactado y que se emitiera la señal libre y gratuitamente a todas las cadenas que quisieran emitirlo, y otra postura, la del PP, que abogaba por dos debates, uno en Telecinco y otro en Antena 3, por no se sabe qué peregrina idea de las audiencias. Al final, la cordura, o el miedo a abandonar el debate sin un motivo sólido, nos dará a todos la posibilidad de ver, un debate que se celebra cuando las encuestas están más empatadas que cualquier otro sondeo anticipado de la democracia.
Con esta postura, se desmonta la tesis de la «audiencia» que se esgrimía para hacerlos en tal o cual canal, ya que Telecinco, de Berlusconi, en una pataleta sin precedentes, ya se ha descolgado de emitir los debates, lo cual los deja con «el culo al aire», y demostrando que su interés no era de servicio público, sino comercial.
Lo bueno para todos es que ya está todo preparado milimétricamente, por lo que no nos esperaremos grandes sorpresas programáticas, pero lo que sí es verdad es que el próximo lunes 25 de febrero, como si de un partido de fútbol se tratara, se juega el partido de ida, y el lunes 3 de marzo, el de vuelta. El que mejor juegue y meta más goles, arrastrará a esos indecisos que aún no saben si irán a votar o por qué partido lo harán.
¡Suerte y que gane el mejor!
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