Los otros

Mi querida directora:
De nuevo vuelvo a escribirte, parece se me está convirtiendo en hábito (deberías pensar en darme una sección… jijiji… además, tengo «público» que me lee), y, fuera bromas, la verdad es que para mí ya no es sólo un placer hacerlo; sino mas bien algo parecido a las cartas que los soldados envían a sus novias desde el «frente», o a las confesiones que los amig@s se dedican desde la distancia.
Ya me conoces un poco por otras cartas anteriores, y que has tenido la gentileza de publicar, cosa que te agradezco -sin cuartel (jijiji, como estaba utilizando un símil militar…)-; quiero decir -«joerrrr»-, sin tanto rollo, que me gusta escribirte. Incluso he llegado a preguntarme: «¿mira que si mi querida directora fuera mi Alma Gemela?», aunque ya cada vez creo menos en esas historias…
Alguno me ha preguntado por ahí: «¿vas a escribir esta semana?». Juasssss, entre risas, le respondo: «sólo escribo cuando me cabreo». «Pos» ya te puedes figurar cómo estoy ahora (aunque, descuida, mis enfados son muy infantiles). Todo empezó el otro día. Me cambié de puesto de trabajo por cuestiones de ídem y, al sentarme frente al ordenador, el salvapantallas tenía la siguiente frase, allí dando volteretas: «estoy más que harto». Le cambié el texto al «joío» salvapantallas y escribí…: «y yo».
Lo cierto es que yo desconozco el motivo de su desazón, ni siquiera sé si está a punto de suicidarse o algo; pero si me tienes paciencia sí te puedo contar de qué estoy harto.
Estoy harto de vivir en un pueblo repleto de barrigas agradecidas con sus almas hipotecadas; estoy harto de ver cómo una corte de lameculos le dan cabezazos de asentimiento a cualquier iniciativa por cutre que resulte al político de turno; estoy harto de la asfixiante presencia del equipo de Gobierno en «to lo que se menea», da igual que sea un acto cultural que una influencia para encontrar un curre, aunque sea de barrendero; estoy harto de que aquí las elecciones sólo sirvan para mantener la clientela política que el Ayuntamiento y su equipo de «Gobierno» tan hábilmente manejan -por cierto, creo que ya te comenté que yo entiendo que la misión de un Ayuntamiento es hacer una ciudad cómoda para TODOS los ciudadanos y no para terminar cotizando en bolsa o convertirse en una multinacional-; y, sobre todo, estoy harto de las putas obras.
Bromas aparte (juassssss), alguien debería asesorar al sr. alcalde, porque de tanto aparecer en todos los medios de comunicación llega a resultar enfermiza, vamos -por hacer una comparación-, como el que es adicto a la coca, pongamos por caso, o al alcohol, que tiene mejor aceptación social. La presencia del equipo de Gobierno alcanza a todas las facetas de la vida torrevejense, su estrategia de estar en todo hace un flaco favor a la vida social. Las iniciativas culturales son controladas por ellos, ellos influyen para encontrar trabajo, ellos parecen perdonarnos la vida con su actitud prepotente y arrogante, ellos se dan autobombo, ellos todo lo hacen bien, ellos se montan sus cenas y eligen a los más altos cargos, ellos se entregan premios entre sí, ellos sacan la barriga cuando un deportista consigue un gran éxito, o un pintor, o… joerrrrr, yo ya he llegado a pensar que hasta tenemos los mejores indigentes de «toa» España (esa que se va a desmembrar… juasssss). La política de escaparate y la del «mira qué bueno y guapo que soy» ESTÁ TRASNOCHADA. Yo ansío gente eficaz y, además, honrada, desinteresada y humilde, y para mí humildad significa hacer el trabajo sin que se te note que lo has hecho. Pero, mi querida directora, a mí no me hagas mucho caso, que estoy en tratamiento psiquiátrico, lo único que ocurre es que estoy un poco «enfurrunchao», pero escribiéndote se me pasa, es como un desahogo, por lo que te AGRADEZCO tu paciencia y, sobre todo, que estés aquí con nosotros, eso también me desahoga, me tomaré la medicación y todo se andará, ya llegará nuestra hora, ya me curaré, no lo dudes, querida mía.
Para terminar, quería «ppreguntarte» si tu sabes por qué el sr. alcalde necesita tantos asesores; ¿es que no sabe de nada, o qué? Pues yo, aunque no tengo nada en contra de su persona (al contrario, lo respeto y lo aprecio como paisano), no acabo de entender para qué necesita 23 asesores. Si tú lo sabes, por favor, no dejes de explicármelo.
Por lo demás, un afectuoso saludo. Besitos y achuchones, guapa.

A.V.E. Vera
(Antonio Vicente Espuch Vera)

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