Culmina la Semana Santa con la procesión de la Resurrección de Cristo en el Encuentro con la Purísima

El encuentro glorioso entre la Purísima, acompañada por la imagen de San Juan Evangelista, y el Santísimo Sacramento bajo palio se celebró el Domingo de Resurrección, cerrando la Semana Santa de 2008. Ésta es una de las procesiones más queridas por los torrevejenses y la que tiene un sabor más histórico, dado que se tiene constancia de que en 1846 ya se celebraba este encuentro. Puntual a su cita, el Domingo de Resurrección, a las 8 de la mañana, Torrevieja celebró la procesión del Encuentro, dando por finalizada la Semana Santa, donde han participado miles de cofrades, costaleros, manolas y niños; que, junto a sus tronos, pudieron desfilar por las calles de la ciudad. A lo largo de esta Semana Santa, aun con las temperaturas cambiantes -días de sol y frío- se ha registrado una gran afluencia de visitantes en la ciudad, que han podido disfrutar de paseos y playas, acudiendo a las procesiones por la noche. También los cofrades miraron de reojo al cielo cuando el jueves se anunció la posibilidad de lluvia, algo que hubiera afectado a la salida de la procesión del silencio. La semana finalizaba con unas temperaturas más propias del invierno que de la recién estrenada primavera. Por lo tanto, este año ha sido una Semana Santa donde se han hecho presentes las nubes y los claros, con días de abrigo y bikinis. De este modo, tanto las playas como los paseos han estado repletos de visitantes. En concreto, el Domingo de Pascua, y con una mañana realmente fría, donde los termómetros no marcaban más de diez grados, y con gran numero de personas, salía del Templo de la Inmaculada la cofradía de San Juan Evangelista, con sus capirotes, y, tras él, con la mantilla de luto, la Purísima Concepción. Minutos después, y también desde el templo arciprestal, salía el Santísimo Sacramento bajo palio. En la esquina de las calles Concepción y Fotógrafos Darblade, tuvo lugar el encuentro de la Madre con su Hijo Resucitado, en presencia de San Juan Evangelista. En ese momento, Bernardo Mínguez Conesa, tomando este año el relevo de su padre, fue quien descubrió a la Purísima del manto de duelo, iniciándose entonces la suelta de globos y palomas, acompañada de una lluvia de pétalos de flores y aleluyas, sonando los sones de la marcha real.
El próximo lunes 31 de marzo, desde la Parroquia de la Inmaculada partirá la Procesión del Comulgar de San Vicente Ferrer, una vez concluida la celebración de la Eucaristía de las 8 de la mañana.

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