La aplicación y el desarrollo de la Ley de la Dependencia ha sido tan desastroso en general, que muchos de los padres/madres y familiares que la esperábamos ansiadamente nos hemos sentido muy defraudados. A medida que las circunstancias se han ido produciendo, ha provocado retrasos no fundamentados coherentemente en el proceso administrativo individual de cada persona dependiente. Como interlocutores individuales en este proceso de la dependencia y como defensores particulares de nuestros hijos, una de nuestras alternativas es reclamar los derechos de nuestros dependientes ante los tribunales. Yo, como particular, no les puedo hacer frente, pero sí que puedo ejercer mi derecho, reclamándoles los intereses de demora, por no cumplir los plazos, pedirles daños y perjuicios si con su retraso me lo han ocasionado y se puede demostrar, y, sobre todo, pedirles la retroactividad a efectos de enero de 2007, ya que los desarrollos han sido tan variables que se ha quebrantado el Principio de Igualdad (Art. 14 CE).
Yo, a nivel personal, ya he ejercido este derecho. Animo a quien no se sienta satisfecho de la manera que se produce su situación personal en referencia a la dependencia y se sienta perjudicado por ello a que acuda a los tribunales.
Antonio Moreno – papá de Álex
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