La canción del verano: «Chunda, chunda, ta, ta, ta tatachunda…»

Todo ha sido llegar los calores, y, al grito de «¡maricón el último!», han salido de todas las cadenas de televisión los profesionales de realizar, transmitir y presentar programas y han llenado nuestras pantallas de recortes de quirófano, insufribles algunos de ellos. Sólo se salva en algunos casos la primera cadena, que tiene al menos la delicadeza hacia el telespectador de realizar, tanto por la mañana como por la tarde, una programación en directo que nos hace ver que estamos en 2008, porque por cualquier otra cadena parece que los años no han pasado (Pippi Calzaslargas andará por los 54 años de edad).
Tantos son los que se van, que ni aún pagando acuden a programas como invitados, alguien que tenga algo que decir, porque ya lo último de lo grosero fue el viernes pasado en «¿Dónde estas…?», el programa ese donde Mariñas le tira los tejos a Jaime Cantizano, cuando apareció una menda, con unas tetas faraónicas, que debería llevar inyectado en vez de silicona hormigón armado, y se lío a tetazo limpio con sandías, latas y lo que se pusiera por delante.
Andan buscando desde comienzos de junio la típica canción del verano, que suele ser siempre un ritmo pegadizo, bailable en verbenas y fiestas de barrio, y aún no lo han encontrado. Aunque me da a mí que este verano, al ritmo que vamos, sin duda alguna va a ser nuestro himno nacional la canción agraciada… El famoso «¡chunda, chunda,…!», y si no véase el palmarés de 2008: campeones del mundo de Baloncesto, campeones de Europa de Fútbol, campeones de Hockey de Europa, Giro de Italia, Tour de Francia, Roland Garros, Wimbledon… todo ello sin contar los éxitos de las chicas y categorías inferiores. Y aún queda lo mejor, las Olimpiadas de Pekín, que comienzan el ocho, del ocho, del dos mil ocho, a las ocho y ocho (¡uy… las primas están que trinan!). Mucho me temo que, al ritmo que va el deporte español, vamos a tener canción del verano para rato, y oiremos en alguna verbenita: «dedicado a la Loli, la Reina del Ajo Porro, con todo cariño de su novio Pantaleón»:
… ¡¡¡chunda, chunda, tatata, tata chunda, chunda, chunda, chún…!!!

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