El comentarista de una publicación local de esta ciudad comentaba que a él no le importa que el primer edil de Torrevieja siga gobernando otros 150 años. Él reconoce que eso de vivir tantos años es una broma, y como tal me lo he tomado yo. No sé por qué me da que el que escribe usa un seudónimo y que supuestamente ha tenido que salir a la palestra por haber publicado algo que no ha gustado al Ayuntamiento. Obviamente, cuando escribí el artículo «¡150 años más no, por favor!», y en relación con la libertad de expresión, no me refería al semanario local llamado «Torrevieja». Da la sensación de que esta persona habla desde fuera, pero por otro lado parece alguien muy allegado a dicho semanario. Tiene alguna contradicción muy grande: por un lado, limita el poder de los políticos a un tiempo, con lo que estoy totalmente de acuerdo, pero por otra parte también opina que debería seguir más tiempo en el poder. Hace un descriptivo de todas las cosas que ha hecho el sr. alcalde y se limita a describir los distintos paseos que ha realizado, el espigón de Levante y el paseo de la playa de la Mata y poco más. El Hospital ha sido obra de la Generalitat Valenciana, pero nos lo han colocado de gestión privada. Habla de los colegios, pero no dice desde cuándo tenemos barracones y hasta cuándo tendrán que soportar los niños los barracones. Lo que no acabo de entender es que sí, es verdad que la semana pasada publicaron el artículo mío en ese semanario y esta semana me lo destripan, no sé, ni entiendo nada, porque últimamente no publicaban nada mío. Habla de acusaciones que le hago al alcalde y que eso es «basurear». Pues no señor, yo no acuso al señor alcalde, simplemente expongo unas realidades objetivas y que, si Vd. no las conoce, figuran en las hemerotecas de todos los periódicos tanto locales como nacionales, donde el primer edil terminó reconociendo esas compras y ventas como algo que había realizado de forma particular y, por si acaso no lo sabe Vd., está imputado por varios supuestos delitos que se estaban gestionando en los juzgados de Torrevieja, pero como ahora el sr. Hernández es aforado, el caso ha pasado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Finalmente, quiero decirle al autor de «A mí no me importa» que, afortunadamente, en el siglo XXI, los teclados de los ordenadores escriben con un solo color de tinta, y no dudo que a Vd. le guste más el azul celeste que el rojo pasión.
Joaquín Garrido Mena
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