Preguntas – respuestas y las constantes del pensamiento

Tales de Mileto

Las técnicas de elucidar problemas sobre cualquier dificultad en el pensamiento, sobre todo sobre temas personales, se han basado tradicionalmente en preguntas y respuestas para activar la dinámica de las ideas de las que tendremos que ser dueños, explicaría Shakespeare, aunque no será fácil en su ejecución.
Porque el pensar se implica en situaciones reales que se pueden controlar sin que sea preciso recurrir a «acrobacias del pensamiento», como se expresaba Swami Vivekamanda, como cuando una teoría no conduce a una aplicación real, cual podrían ser algunos experimentos modernos llevados a cabo sobre la aceleración de protones, partículas constitutivas del universo. Por eso, uno se pregunta si en realidad ese tipo de elucubraciones irán a concluir en algo concreto que justifique sus gastos inconmensurables cuando una teoría resulte inane, según Vivekamanda, del que estoy ahora leyendo reflexiones sobre la liberación de las ideas.
Tales de Mileto (siglo VII antes de nuestra era), uno de los sabios ancestrales, fue sin duda el padre de la geometría, pero aplicó sus reglas fijas al comportamiento humano, manteniendo contra los sofistas que pretendían confundir a la gente, que el conocimiento ha de ser ante todo práctico. Lo más seguro en el hombre, según él, será la esperanza de conseguir algo que no desaparecerá ni tras haberlo perdido todo, si bien lo más difícil será llegar al conocimiento de uno mismo. Las ciencias, pues, serían formas específicas de raciocinar sobre los eventos, pero estas constantes del pensar debieran aplicarse también al comportamiento práctico, si bien de otra manera, siguiendo las pautas que se acomodarán a las circunstancias de cada uno de nosotros.
Para que este proceso se lleve a cabo, hará falta, nos comenta Don Miguel de Unamuno «que sintamos lo que pensamos y pensemos lo que sentimos», y es tan rica esta realidad como si se materializasen las ideas y las imágenes mentales tomaran forma en la verdad que todos descubrimos cada día, simplemente mirando a nuestro alrededor, procurando que la mente se nutra de ellas y sea capaz de convertirlas en formas concretas de acción a través de los interrogantes que produce el verse cara a cara con situaciones reales.

HECHOS Y DICHOS
La independencia del pensamiento constituye la más orgullosa aristocracia.  Anatole France.

ANÓNIMO
Sobran las muchas palabras cuando se quieren expresar los más profundos pensamientos.

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