A partir del cuatro de noviembre sabremos si en Estados Unidos sale de presidente el sr. Obama o McCain. Algunos tenemos nuestras preferencias y, si pudiésemos votar, un buen número de españoles lo harían a favor de Obama, ya que se le ve un hombre joven, dinámico y con ideas reformadas, predispuesto al cambio. A nadie le gusta la guerra. Quizá si entrara el sr. McCain, no sé yo si, dada su experiencia en Vietnam, no atizaría la «lumbre» en el conflicto de Irak. La gente joven piensa en pasarlo bien sin tener que calentarse la cabeza en conflictos bélicos que, a la postre, no conducen a nada: tan sólo a que muera gente inocente, tanto civil como militar. ¡En España tenemos el triste lastre de la Guerra Civil que, según cuentan los viejos, es lo peor que le puede pasar a una nación! El sr. Obama está bien «arropado» por los artistas, hispanos, gentes de color, los de su partido y simpatizantes. Para colmo, ahora ha acudido a hacer campaña Noelia Zanón, esa chica guapa, simpática y con una voz privilegiada; hace años que la veíamos en el Canal Nou en el programa de Eduard Forest y Carolina Ferrer. Yo le decía a mi marido que esa chica llegaría lejos, y así ha sido. De todas formas, en España, para ser alguien, has de traspasar fronteras: aquí no te comes tres roscas. Luego, cuando vuelves llena de «laureles», bien que presumen achacándose la autoría de su triunfo los peloteros de siempre. Veáse a Antonio Banderas, Javier Barderm, Penélope Cruz o Salvador Dalí, que tuvo que montar el pollo allí para ser reconocido aquí, pero le tacharon de loco. Esta es la letanía de nunca acabar, por eso dicen que nadie es profeta en su tierra. ¡¡Sr. Obama, ánimo, que España le desea que sea usted el nuevo presidente!! Saludos a su esposa, Michelle, y a sus dos hijas. ¡Suerte!
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