Antonio José Vera Ortigosa
Comisión Ejecutiva Local PSOE Torrevieja
La rueda de prensa ofrecida por el sr. alcalde el pasado martes, y su comentario en particular acerca del carácter errático de la oposición del PSOE (del PSOE, no del GMS), en referencia a nuestra rueda de prensa sobre las subvenciones a las asociaciones locales, es una prueba de la situación política local que estamos viviendo.
Por un lado, sus formas. Son las de alguien de vuelta de todo, ya desconectado de la realidad, alguien que se sabe capitán de un barco a la deriva, pero que está tranquilo porque es el primero que lo va a abandonar antes de que naufrague. Y, por otro lado, los contenidos. No está acostumbrado el sr. alcalde a que el principal partido de la oposición le haga oposición, y eso se nota. Por supuesto, por oposición no me refiero a sestear en los plenos, a pedir marquesinas o a insultar públicamente para que te puedas querellar luego y presentarte como mártir ante la sociedad votante. Eso sólo lleva a que los temas de verdad, los sangrantes, pasen desapercibidos.
Así que, como ya no tiene ganas y le falta práctica, se tiene que escudar burdamente en que no sabemos de lo que hablamos, que algunas asociaciones se lo gastan todo en vino y en whisky (sin decir cuáles, claro) y que se está preparando un reglamento de subvenciones. Lo del reglamento de subvenciones lo estoy oyendo yo desde que tenía tupé y sigo sin verlo. Y seguimos sin él porque nunca le ha interesado realmente al PP local que exista. Porque su presencia implica que se tiene que cumplir, y si es un reglamento de verdad, hecho en interés social y no con interés electoralista y partidista, en él se tendría que delimitar claramente a quién se le puede dar una subvención y a quién no, cuánto se le va a dar y cumplirlo, claro, en qué se puede emplear y en qué no, y, por supuesto, una vez al año, habría que justificar públicamente por todas las partes, reglamento y facturas en mano, que las subvenciones y los gastos se ajustan a derecho. Obviamente, eso no es compatible con regalarle dinero a un colegio privado con ánimo de lucro o con darle subvenciones a una asociación de un único evento anual de carácter folclórico-sevillano para luego tener que asumir, de nuevo con nuestros impuestos, la organización y los gastos de dicho único evento.
Y por eso, porque no existe ese reglamento, muchas asociaciones de Torrevieja están en peligro; porque se les prometió una cantidad de dinero, la han empleado en su funcionamiento y ahora no van a recibir lo que les prometieron porque el que les tenía que dar el dinero se lo ha gastado en, por ejemplo, comprarse un supercoche. Y, por esa ausencia de reglamento, también las asociaciones (la mayoría) están calladas y tragan, porque el que les da las subvenciones se las puede quitar si le apetece o si se le antoja que no son lo suficientemente «amigas», y eso implica, además de impotencia, desánimo e indefensión, trabajo e ilusión tirados a la basura y caseros que no cobran por el capricho de alguien.
Pero no nos sorprendamos. Esto, a una escala general, es lo que padecemos en Torrevieja desde que gobierna el PP. Y es lo que va a seguir pasando como vuelva a ganar las elecciones dentro de 3 años. Porque da lo mismo que el futuro candidato a la Alcaldía por ese partido se llame Domingo, Juana o Chindasvinto. Todos, todos, se han criado en el «pedrismo» y todos, todos, tienen claro qué será lo primero si alguna vez pueden elegir entre interés público e interés personal.
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