Amigo Falete (Rafael Ojeda): Me imagino por lo que estarás pasando, pues lo que más duele en el alma son las traiciones de amor, que desequilibran la mente y el corazón. Quizá sea (aunque los médicos opinen lo contrario) la peor enfermedad que puede soportar un cuerpo. No es lo mismo un romance, un amor platónico o un encuentro casual de pasión erótica, que una relación seria de amor y confianza, en la que se entregan los sentimientos sin tapujos ni hipocresías. Pero cuando, como en tu caso y en el de muchos, sientes que el ídolo de tus sueños no era de oro, sino de barro, y que de un plumazo te ha dejado k.o., es tanta la amargura, la desilusión e impotencia, que sólo te da por estar metido en casa sin querer ver a nadie ni saber de qué forma rula el mundo. En tu caso, es muy difícil, ya que te debes a un público que te admira, respeta y quiere. Tendrás miles de fans, pero, anónimamente, aquí tienes una que lo fue de tu padre y el resto de «Cantores de Hispalis». Ese arte que derrochas en el escenario, esa voz desgarrada cual catarata desbordada, no es otra cosa que la herencia que llevas en los genes y el arte de Andalucía que corre por tus venas. ¡Eres admirable! Con una fuerte personalidad, y eso es magnífico. Te comparo con Mª Dolores Pradera que, aunque no tenéis el mismo estilo de canciones, sí que en vosotros hay una forma peculiar de ser y actuar, sin dejarse llevar por modas pasajeras, ni seguir la corriente que esté de moda: por eso te digo que ambos sois algo fuera de serie. Me haría muy feliz que lograras estabilizar tu vida emocional y que fueses dichoso, si no al lado de Isaac, al de otro hombre que te llene y te colme de la felicidad y dicha que te mereces. ¡Sorpréndenos con alguna canción emotiva, hija de tu dolor: son las mejores! Un abrazo muy fuerte.
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