Cuando llega la madrugada y las diferentes cadenas no tienen recursos para mantener la programación normal y necesitan sacar dinero de debajo de las piedras, se inventan unos programas para recaudar, bajo nombres de lo más tentador. En Antena 3: «Adivina quien gana esta noche» (¡vosotros, espabilaos!, no va a ser el pardillo que se pasa la noche al teléfono). En CUATRO: «Marca y gana» (aquí el único que gana marcando es Messi). En Tele 5: «Noche de suerte» (la vuestra, que siempre encontráis tontos del culo dispuestos a soltar la pasta por una gilipollez) y la Sexta: «Ganas de ganar» (…o ganas de joder, al que pilléis por banda, ¿no?).
Hace un tiempo, los cerebros de estos programas, para llamar la atención y no hacer difícil el trago, ponían preguntas de lo más fácil, tipo: «¿de qué color era el caballo blanco de Santiago?», pero últimamente se han puesto a la labor y ponen preguntas más difíciles, pasando de una simpleza ofensiva a una dificultad insultante. Como espero no me imaginen a las tantas de la madrugada tragándome «tontás» de esta calaña, dejo trabajando a mi video y, cuando lo enciendo, me encuentro sorpresas como la de la noche del martes. Había en Antena 3 un tío más feo que un frigorífico por detrás, que casi pedía a gritos una respuesta al dilema de un autobús que llevaba 5 niñas, con 1 cesta en cada mano, cada cesta llevaba una gata, y cada gata 5 crías, hace parada el bus, bajan dos niñas y sube una. ¿Cuántas patas y pies hay? ¡Chúpate esa…! Y a «to» esto las 4 de la madrugada. Y si no, en Tele 5 la noche siguiente: «suma todos los números que ¡aparecen en la imagen!», ¿incluye los 400 de los billetes, los 5.000 del bote, los números de teléfono, las tarifas de las llamadas, el indicativo de la cadena…? Ni idea. Pero con eso aún los hay que marcan y les sale la música y le dicen que vuelva a repetir. Aún ahora hay otro método, y es que marcando un número, cada cierto tiempo vuelven a marcar hasta que conectes y, ¡claro!, el tonto de turno se queda dormido, mientras la cadena va haciendo caja a cuenta ajena. ¡Ah! Y no se te ocurra ir a reclamar a ningún sitio. Se supone que eres mayorcito, que sabes oír y sobre todo leer. ¿Cuántas familias se han ido a la ruina por culpa de esto? …Eso son «ganas de saber».
Lo dicho, amigos, estas Navidades que sean de teléfonos en huelga para estos impresentables, y recibid de corazón mi deseo de una ¡¡FELIZ NAVIDAD!!
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