Año nuevo… vamos a contar mentiras

Por fin ha salido Torrevieja en la tele, para algo más que no sea la crónica negra del país o las políticas baratas, que, verdad o mentira, hacen verdad el refrán de «A perro flaco todo son pulgas». Solo diez décimos del «gordo de Navidad» han sido suficientes para que nuestra querida Torrevieja apareciese por todos los canales de televisión mostrando la alegría de la Navidad.
Hoy ya estamos a punto de celebrar el paso a otro nuevo año. Estamos dejando atrás la «pastelería» de las televisiones, llenas de tópicos y típicos navideños, basados en un falso amor y esos deseos de paz y bien que a la vuelta de la esquina se convierten en puñaladas traperas. Afrontamos otro año, plenos de colesterol y triglicéridos, asistiendo a fiestas donde el alcohol nos hace abrazarnos hasta con las escobas, y nos ponemos encima toda clase de cachivaches y gorros que nos hacen parecer de lo más ridçiculo, y el día 2 hay más colas en los guardarropas de las discotecas para recoger abrigos que en Nochevieja para dejarlos.
Llega 2009 y, con él, la consabida crisis y los propósitos de todos los años: …adelgazar, dejar de fumar, hacer dieta, ir al gimnasio, salir a correr, y un largo etc. que viene como agua de «mayo» a academias de inglés, dietistas y demás profesionales afectos a las intenciones previstas. ¡Que tiemble Tabacalera, que este año va a dejar de fumar hasta el «Tato»! …ja, ja, ja…, y así de nuevo hasta que el año entre en declive y volvamos a hacer acto de contricción.
Por mi parte, sólo deseo que los artículos que os escribo os sigan agradando, y que esta maldita crisis, el año que viene, sólo sea un mal recuerdo.
¡¡¡FELIZ 2009!!!

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