Publicidad tonta, o cómo cargar con chismes inútile

¿Alguno de mis queridos lectores ha tenido una noche de insomnio y ha puesto la tele de madrugada? Pues tiene dos opciones: o se traga los súper-concursos roba-carteras, de los que os hablé hace unas semanas, o se topa de narices con una serie de promociones y anuncios de lo más «friky».
De pronto, y sin previa dosis de anestesia, te aparece un cebollino con un aparato que hace milagros con las verduras… Vamos, un pepino te lo hace en lonchas, una cebolla la tritura en dados de un centímetro, el pimiento cuando lo pasas por el aparato lo puedes llevar a la Sala Vista Alegre a exponerlo, porque en vez de para comérselo, ha quedado hecho una verdadera obra de arte. Planchas que alisan sin esfuerzo, máquinas que te hacen la comida mientras te ves el último capítulo del Duque… y todo eso con el visto bueno de empresas como El Corte Inglés, porque con su maravillosa tarjeta puedes pagar (y arruinarte) a plazos.
Luego llega el tema «ponte bueno-buena o no te comes una rosca»: alarga-penes, aumenta-tetas, levanta-culos, baja-barrigas… ¡Vamos, una «Ortopedia Sabater» de andar por casa, a lo bestia y sin miramientos!
Pero ya la «madre de todas las publicidades» es esa fiebre que, cuando empieza cada año, se mete en nuestros hogares anunciándonos los fascículos coleccionables. ¡La madre que los parió! ¡Qué imaginación…! Minerales, aviones de la I Guerra Mundial, huevos de pascua, maquetas de aviones, de barcos, casitas de muñecas, abanicos (¡con la que está cayendo!)… En fin, de todo. Pero ya lo más de lo más es esa colección que dice textualmente: «Pensada para la oración y la meditación»… ¿Adivinan de que se trata? ¡«Rosarios»! …Sí, de esos de cuentas, con sus padrenuestros, sus avemarías y su letanía. ¡Por favor!, aquí un servidor se considera creyente y cree que flaco favor le hace a la fe que muchos tienen este tipo de mercadería. Ya tuvo Jesús una vez que echar del templo a los mercaderes. A ver si vuelve y les jode el negocio a estos aprovechados que juegan con lo más importante e íntimo que tiene una persona, …sus creencias.
¡Ah! Y gracias a todos por este primer año en que me han permitido estar con todos vosotros.

1 comentario

  1. Fernando, eres genial, genial… Hay pocos que te igualen en gracia y simpatía. Pones el dedo en llaga de tantas cosas que debieran hacerte CRONISTA MAYOR DEL REINO.

    Me gusta tu guerra contra los frikis y demas castaña… Un besote, guapo!!!

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