Ángel Sáez Martínez
Secretario General PSOE Torrevieja
… Y lo lamentable es que cada vez tenemos menos tiempo para tratar de enderezar nuestra maltrecha economía local. Mientras que nuestros vecinos y competidores turísticos se ponen manos a la obra para atraer turismo de calidad hacia sus municipios, las políticas turísticas de Torrevieja están totalmente inactivadas porque a los responsables políticos del PP, acostumbrados a la política fácil de la especulación del ladrillo, les cuesta adaptarse.
La diferencia entre las dos poblaciones es evidente. Benidorm, con su espacio propio en FITUR, trata de atraer turistas. En cambio, el nombre de Torrevieja no se leía en ningún cartel de la feria. Benidorm disputa a Murcia la organización de la eliminatoria de la Copa Davis contra Serbia. Torrevieja sigue erre que erre, despilfarrando, en un absurdo Premio de Novela. Ambos acontecimientos tratan de conseguir lo mismo, dar a conocer una ciudad. Sin embargo, está claro que el Ayuntamiento torrevejense ha elegido el camino menos efectivo.
Hace unos meses fue Barcelona la que paseo su nombre por todo el planeta con la película de Woody Allen. También Valencia, con su Copa América, hizo lo mismo. ¡Y nosotros perdiendo el tiempo y algo más con la dichosa novela!
¿Por qué los torrevejenses no podemos aspirar a organizar un acontecimiento deportivo de estas características? Dos son los motivos, a mi modo de ver, fundamentales: en primer lugar, que nuestros regidores son poco dados a organizar «eventos», como ellos dicen, en los que el propio Ayuntamiento no juegue un papel destacado. Y este acontecimiento deportivo lo gestionaría la Real Federación Española de Tenis. Pero, en segundo lugar, y más importante, es que la política turística totalmente errónea que se ha seguido en Torrevieja, de especulación fácil y venta rápida del ladrillo para adquirir grandes beneficios, ha taponado la posibilidad de que crezca otra clase de turismo, el turismo hotelero. Sin plazas hoteleras no se pueden organizar «eventos» de importancia. Los periodistas, los cámaras, los técnicos, el protocolo, los aficionados, etc., duermen cada noche, y en Torrevieja, salvo honrosas excepciones, no tenemos dónde alojarlos. Es la pescadilla que se muerde la cola.
Y para estirar la pescadilla y que no se muerda la cola, hacen falta políticas municipales que aborden con eficacia el problema. Hay que querer trabajar. Hay que sudar la camiseta. Ha llegado la hora de que usen menos el traje y la corbata (incluso los concejales jóvenes, para nuestra sorpresa) y que se arremanguen la camisa, porque Torrevieja no puede esperar ni un minuto más. Y si no saben, o se les ha acabado la ilusión, que dejen paso a otros con más ganas, incluso del mismo PP.
A Torrevieja hay que darle la vuelta en cuanto a políticas turísticas. Cuando llegue la ocasión, lo haremos, porque sabemos cuál es el camino a seguir. Espero que no sea demasiado tarde.
Por cierto, el Ayuntamiento de Benidorm ha colocado sus carpas a la entrada del recinto y promocionará su ciudad entre las decenas de miles de aficionados al deporte de la raqueta.
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