La despreocupación torrevejense

Ángel Sáez Martínez
Secretario general PSOE de Torrevieja

La despreocupación por todos los asuntos públicos ha llevado a Torrevieja a una situación en donde los valores tradicionales se encuentran ausentes. Los veinte años de régimen implantado por el PP, que ha sabido infundir el miedo en los ciudadanos a opinar, que ha sabido explorar el individualismo egoísta, que ha justificado el refrán popular del que a buen árbol se arrima buena sombra le cobija, han hecho que hoy, muchos pensemos que ha llegado la hora de recuperar nuestra dignidad como pueblo.
Y deben recuperarla los empresarios, hablando de sus problemas. Deben hacerlo también nuestros comerciantes, expresándose sin miedo. También tiene que hacerlo todo el sector hotelero-turístico torrevejense. Deben expresarse con libertad democrática los medios de comunicación torrevejenses, no aceptando presiones e informando imparcialmente. Y, naturalmente, también deben opinar, con su libertad, los ciudadanos que intuyen que con sus dineros públicos no se ha obrado con claridad. Esto último es importantísimo, porque ciudadanos somos todos, y de todos son los dineros que usan los concejales y el alcalde para gestionar la ciudad. Es un derecho  democrático de los torrevejenses querer conocer qué se hace con ellos.
Solamente desde la anestésica despreocupación puede entenderse que en Torrevieja no se le haya dado importancia a la adquisición de un coche de lujo para nuestro primer edil, valorado en una cifra cercana a los 18 millones de las antiguas pesetas. Sin embargo, hemos visto la importancia que se le ha dado a estos vehículos durante la campaña gallega. Allí se argumentó que se despilfarraba en época de crisis económica. En Torrevieja, esos argumentos parecen no tener validez. En nuestra ciudad, tras veinte años de régimen, nuestros sentidos y nuestra conciencia colectiva se han vuelto laxos. Entre todos tenemos la obligación de devolver los valores colectivos y, sobre todo, la dignidad torrevejense a su lugar. Y tenemos que comenzar opinando.

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