Esculturas en hierro cual volúmenes en el espacio

 Jorge Oteiza (1908-2008)

Tras numerosos esfuerzos en organizar exposiciones de arte, siempre me ha llamado la atención que todo artista se enfrenta con el hecho de que ha de justificar su obra dentro de su perspectiva misma para que tome un nuevo giro, si es que va a ayudar a que se comprenda a sí mismo desde la faceta de lo creativo. Y quiero que estas consideraciones sirvan de prefacio a la serie de esculturas en hierro que he presentado en mayo en la AVSMA de San Miguel de Salinas y que va a pasar este mes de junio a la sede de IU de Torrevieja.
El caso del escultor vasco Jorge Oteiza parece simplificar el hecho de que dedicarse a la obra artística es dar sentido a la labor que todos intentamos, porque, querámoslo o no, somos los artífices de nuestra propia existencia. A Oteiza se le ha definido como «el maestro de la desocupación del espacio en su búsqueda del vacío como obra de arte», perteneciendo conscientemente a la tradición de quienes hace milenios lograron integrar los interiores de los antiguos dólmenes prehistóricos con ecuaciones visuales de matemáticas antes de que se convirtieran en puros juegos de numerología. Según él, los druidas lo habían ya expresado en sus círculos de piedras, que él interpretaba como la fórmula matemática más simple del unidad, y lo leyó igualmente en el frontón vasco que debiera estar siempre al descubierto para que los laterales de los rebotes marcaran el IN y el OUT, complementándose el uno al otro; también cobraría sentido en las vetas del roble ancestral pirenaico, talladas hacia el centro mismo o corazón del árbol como si la fachada o OUT de lo vivo tuviera que girar hacia su interior o IN. La escultura, pues, tendrá que tornar igualmente en ambas direccionbes si va a poder reconstruir los espacios que susciten ideas en nuestra mente.
Entre toda una diversidad de estilizaciones, son de notar los «cantares»  ya desde tiempos antiguos, sin apelar a las tradiciones orientales que verosímilmente dieron origen a una conceptualización del espacio cuando daban pasos agigantados hacia el futuro, sin olvidar que hay que o lanzar vistazos hacia atrás. Y, como conclusión, vale la pena hacer un toque a la forma visual de enfocar el tema del estribillo en uno de los cantares de A. Machado, que suena al pataleo sobre una pista sonora cuando sus resonancias toman más aplicabilidad si resbalan con el transcurrir acompasado de las imágenes: «Caminante no hay camino / se hace el camino al andar». Pero Oteiza juega más bien con conceptos y resoluciones que con imágenes o sonoridades para aplicarlas a la escultura, como si el Arte fueramos tú y yo por la forma que tenemos de sentirlo todo.

HECHOS Y DICHOS
El espacio absoluto sólo existe en la geometría de los volúmenes.  Jorge Oteiza

HECHOS OBSERVABLES
Para cualquier anticipo en el espacio, lo más exigente será el primer avance.

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