Desde el exterior…

Desde el exterior, soy un lector de la prensa española y en especial de vuestra revista por la profesionalidad con que se manejan día a día sus editoriales. Viví en esa querida ciudad de la cual vosotros estáis entre mis bonitos recuerdos. Dejé mi espacio allí junto a mi familia por  un atropello político orquestado por su regidor y su gente; en mi caso, el concejal de Policía, al que considero le falta altura para ese puesto.
Motiva esta carta lo que me dicen sobre la plaza Sevilla, de donde yo fui desalojado y verbalmente amenazado por Policía Local y funcionaria del Ayuntamiento. Muchos testigos escucharon el diálogo. Yo quería ir a por todas contra esa gentuza, pero mi mujer (abogada) y mi hijo me pidiron desistiera de eso, porque vinimos, me decían, a trabajar y no a pelear contra el monstruo de la Corporación. Reflexionamos y, como somos gente de bien, de trabajo, y españoles de los honestos y gallardos, decidimos volver a la Rep. Argentina, que es un país grande entre los grandes. Como decía, motiva esta carta que amigos me dicen que en la plaza ya no hay kiosco, y mi pregunta es: ¿por qué? Con tanta falta de trabajo existente no le dan el espacio a alguien para que dé un servicio y se gane la vida, ¿o solamente tienen derecho a la vida las grandes superficies y galerías? ¿O será que el club de petanca regidor de la plaza no quiere kiosco? ¿O se está esperando qe caiga el Gobierno central para luego la Corporación empezar a fomentar trabajo? Porque, queridos vecinos, de un kiosco se puede vivir dignamente, gente con cierta discapacidad, pensionistas, etc., etc.
Con pena siento el paro existente en nuestra ciudad, la cual estaba sustentada por el ladrillo y no se pensó en otro tipo de generador de empleo, como es el turismo, el cual tambien fue maltratado. No se sustenta el turismo creando plazas y canchitas de petancas, ¿no les parece? Bueno, agradeceros de poder veros en la web, enviaros por este medio a todos mis amigos, vecinos y ciudadanos, que cuideis la ciudad, que es muy guapa, que otro tipo de vida es posible y ojalá tengáis pronto una Torrevieja que merezca ser vivida por vosotros y mucha gente linda que allí quedó en mi memoria y corazon.

Fernando Gil

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