Desmontando a Paquirrín: …vendiendo la dignidad

La Sexta, dentro del programa «Sé lo que hicisteis…», durante las últimas entregas, y de la mano de Angel Martín y Dani Mateo, ha estando «bailándole el agua» a ese chico de veintitantos años, hijo de cantante de copla y torero, escaso en pelo y excesivo en grasas, cuyo único «curriculum» es vivir a costa de la fama de la madre que lo parió. Sin estudios, sin carácter… y más gandul que Amaro, sólo puede presumir de haberse «zumbado» a toda chica frescachona que se le ha arrimado, en busca de la efímera fama que le puede otorgar ir a un «programa tomatero» a contar el tamaño de las vergüenzas del tal Paquirrín.
Con estos recortes de maternidad y otros ingredientes de última hora, han elaborado un par de especiales bajo el título «Desmontando a Paquirrín», que esta cadena emitió el domingo 12 y que tendrá su continuidad este próximo domingo.
Se empeñan los ínclitos Ángel y Dani en «sacarle punta» al «gachó», entre comidas y almuerzos pantagruélicos y conversaciones de un interés tan escaso para el personal como preguntarle si se compra él mismo los «gayumbos».
En su afán por hacer de una patata un plato de cocina de autor, le llevan por diversos lugares con el fin de ver si vale para algo más que no sea comer y «zumbar». En una de éstas lo llevan a un tentadero donde mostrar la sangre torera que corre por sus venas… y ver a los «tres tenores» pegándole meneos (que no pases) a un esmirriado becerro, es de lo mejor que se ha visto de humor en la tele en los últimos años, y no me extrañaría que por los «youtubes» lo petaran.
Otro sketch para mondarse se da cuando le llevan a una tienda de ropa de lujo en plan «Pretty woman» a probarse modelitos… ¡Ese talle, ese cuerpo, ese bonito meneo! (como decía una canción infantil de las posguerra).
En una de éstas se hacen en un karaoke una de Sabina, la de los días y las noches, y ya es «pa mearse», pero no por el soseras de Kiko (que así quiere que le llamen), sino porque Ángel y Dani no tienen precio como humoristas.
Al final, la primera entrega del programa acaba en una sala de variedades, donde pretenden, en un último intento para hacerle un futuro a semejante tarugo, que se marque un monólogo…
Los comienzos del mismo, que son lo único que se emitió hasta el momento no parecen malos…
Seguirá pasado mañana, día 25. ¡No se lo pierdan! Total, dentro de la programación veraniega con que nos castigan las bien llamadas «cadenas», un poco de humor, aunque sea a costa de un «menda» que es capaz de vender su dignidad por un puñado de duros, nunca está de más.

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