«apoyao en el quicio…»
Fernando Guardiola
ferguarmo@gmail.com
Lo primero que voy a pedir es confesión, para que Dios me perdone por vivir en Torrevieja 20 años y que haya sido éste el primero en que he vivido mis primeras habaneras.
Cuando se me sugirió por parte de «El Periódico de Torrevieja» cubrir algunos eventos festivos, que, como habéis podido ver y leer, ya he llevado a cabo, no pensé que me atreviese a coger una cámara de fotos para vivir y plasmar lo que supone este evento, ya que mis pinitos fotográficos son más que limitados.
Mi primer contacto, como ya relaté, lo viví en la playa del Cura… pero cuando atravesé las puertas de las Eras de la sal, el pasado jueves 23, con mi cámara al hombro, mi acreditación y mis ganas de vivir esta experiencia, nunca por nunca imaginé lo que me esperaba.
Desde la primera nota que sonó en el tornavoz, como si una compañía de reclutas hiciese la mili en mi cuerpo, todos los pelos se han mantenido «firmes» hasta que el metafórico telón del Certamen ha caído.
Me comentaban mis compañeros gráficos, que llevan más carrera en esto que el reloj de la Puerta del Sol, que sería entretenido, pero que con los días, y sobre todo a la hora de los cantos de polifonía, seguro que abandonaría la zona reservada a nosotros por el escaso interés que despertaría en mí… y fue que no.
Menos mal que, por necesidades técnicas, alguien colocó un poste de iluminación justo donde yo estaba, porque ha sido mi apoyo durante ocho días… yo, aconsejado por mis compañeros, que, con unas cámaras de envidia, no dejaron de ayudarme, hacía las fotos pertinentes… salidas de director, presentadora, autoridades, entrega de metopas y algunas de mi cosecha… y entre foto y foto, ahí estaba yo… «apoyao en el quicio…» (no de la mancebía, aunque que sí de la luminaria), extasiándome con las interpretaciones de los diversos coros… ¡brillo le he sacado al dichoso poste!
No voy a desgranar aspectos del concurso, de los que se habla en otro apartado de este periódico, pues sólo trato de hacer partícipes a los demás de que, aunque hayan sido unos días agotadores, he descubierto la belleza de la habanera, el ritmo de la polifonía y haber tenido la enorme suerte de vivirlo entre bambalinas, observando la exquisita organización del Certamen por parte del Patronato y su gente… el minutado de cada momento, de cada actuación, el protocolo detallado hasta el último punto, el despliegue de azafatas, informadores, medios de seguridad, etc.
Podemos estar orgullosos, queridos convecinos, de tener esta joya cultural, que espero no haya tantos que aún desconozcan, como yo hasta ahora, y que podamos disfrutarla muchos años más.
Y, como «el que no es agradecido no es bien nacido», por mí que no quede. Lo primero, las gracias a la directora de este medio por procurarme lo necesario para que, aunque en estos momentos esté «reventado», haya confiado en mí para realizar este hermoso trabajo. A mis compañeros gráficos: Cano, Antonio García, Eduardo y Angie, a los empleados de TVT, a Antonio Aniorte, a Reyes, a Luisma, a las azafatas, a Yuyo, a Miguel, a Inma Vera… a todos y cada uno, de nuevo gracias, por vuestros consejos, vuestro cariño y vuestra amistad que no olvidaré.
… hasta el año que viene.
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