¡Lo gordo que me cae este tío! Habrá telespectadores que sean partidarios de ver todos los días, entre semana, después de las noticias en Telecinco, un programilla que ha titulado, con un derroche de imaginación, G-20 (como la famosa reunión de los países desarrollados). En él, el ínclito personaje no tiene límite y, como si tuviera una bula papal, otorgada directamente por Berlusconi, no duda en crucificar y criticar, con una «mala leche» nunca vista, a cualquier personaje que se le cruce en su camino, y confecciona una lista, a los que clasifica por orden de impopularidad… o según se le antoje. Se le nota al kilómetro quiénes son de su simpatía y quiénes no, y, parapetado en esas horteras gafas y un lenguaje ordinario, lo mismo llama «enanilla con desparpajo» a Soraya Sáenz de Santamaría, que «papa arrugá» a la Vicepresidenta Mª Teresa Fernández de la Vega. Por lo visto, el «niño» no tiene defectos y, si los tiene, se apoya en el síndrome del «y tú más» y todos los descarga a partes iguales, a todo aquel que se le viene esa tarde-noche a la mente. Quiere competir en horario con el «Intermedio» del Gran Wyoming, o «El Hormiguero», de Pablo Motos, pero, mientras los otros utilizan un humor fino y educado, este ejemplar lo hace de forma hiriente y vejatoria, regodeándose de sus defectos físicos, dejando ver que a los anteriores no les llega profesionalmente ni a la suela de los talones. Para colmo de los colmos, como ve que la audiencia le ha visto el plumero, está intentando captar a la Reina del Estercolero de la cadena amiga, la «Esteban», para que le haga los coros en ese reciclaje diario de basura ideológica que efectúa en su programa. Por la salud mental de los televidentes, sugiero pasen olímpicamente de este «aprovechado», que se ha montado un show que ni él mismo se lo cree.
Para mí que, como antaño decíamos, este zagal tiene la «malafolla» a capazos.
Dejar una contestacion