Humor disparatado en el centro cultural con la comedia «Saltar del armario»

Fernando Guardiola
ferguarmo@gmail.com

Si «salir del armario» ya da de sí, incluso en la vida real, para dar argumento a una obra de teatro y más en clave humorística, imaginen lo que puede suponer «saltar del armario». En dos actos y un mismo escenario, presidido, por deferencia hacia él, por una foto del autor de la misma, Rafael Mendizábal, fallecido el pasado verano, se desarrolla una comedia disparatada, donde predominan los equívocos de tipo sexual, con las connotaciones de situación en el que el elemento gay y lésbico son la comidilla del vecino cotilla, y que, con la visita de una madre que, de retrógrada, se transforma a través del amor por una camionera negra en paradigma de las libertades, aunque no traga con que su hijo, que acaba de descubrir su lado «rosa», se haya enamorado de su compañero de piso.
Una obra desternillante, dirigida por Emilio Aguilar, regida por Frank M. Fernández, e interpretada por Encarni Pascual, en el papel de la insatisfecha empleada del hogar, Ferrán García y Noé Sempere, como la «parejita gay», María Gregori, como la novia de uno de ellos, Antonio Navarro, el vecino «mosca cojonera» y una enorme Elena López como la madre lesbiana. Todos forman parte del grupo de teatro «Raspeig».
Una pena que, una vez más, el fútbol sabatino deje los teatros tan escasos de público como es este caso, que, por su calidad, merecía un tratamiento más adecuado.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


*