Excelentísimo personaje

Estoy releyendo, por enésima vez, las obras de ese escritor, político, abogado y periodista que, por sus ideas liberales y republicanas, fue perseguido, vigilado, encarcelado y expatriado de la España analfabeta e ignorante del siglo XVIII: me refiero al excelentísimo señor don Vicente Blasco Ibáñez, un escritor cuyas obras son un poema en prosa, la nítida descripción del carácter levantino, con personajes como doña Manuela («Arroz y tartana») y su «quiero y no puedo», ésa que llegó a venderse al antiguo empleado de su tienda de ropas a cambio de que, al día siguiente, le regalara un caballo para pasear en la alameda sobre su berlina y dar envidias a quienes la criticaban por su forma tan alegre de derrochar los reales; o los personajes de «Cañas y barro». No olvidemos «Mare nostrum», «Entre naranjos», «A los pies de Venus», quizá la prohibida en tiempos del franquismo «La araña negra», por poner como hoja de perejil a ciertos sectores eclesiásticos… Hoy, descorriendo la imaginaria cortina del tiempo, recuperando el bostezo entre ese siglo y el actual, me hubiese gustado conocer a ese valenciano ilustre, sin duda un caballero de pobladas barbas, luengos bigotes, pero una mirada honesta y sincera, defensor a ultranza de sus ideales, sin dejarse «acojonar» por nadie ni nada. El resultado de esas tozudeces, tanto por parte del personaje como de los poderes fácticos, está ahí, a la vista: ¡Sus obras queridas y admiradas de todos! La pena es que no fue sólo Vicente el que sufrió la incomprensión de gentes acérrimas, sino nuestro poeta oriolano, Miguel Hernández, o Federico García Lorca, fusilado por la espalda, para recalcar sus tendencias sexuales, «la homosexualidad». ¡¡País, país…!! ¿Cuándo vas a madurar y ser tolerante?

5 comentarios

  1. Seamos serios. Vayamos al tiempo que vayamos de este país no se encuentra tolerancia en ningún libro de historia. Realmente ¿Alguien tiene la esperanza de que el carácter propio de nuestra gente cambie? El carácter que inventó la Inquisición, que ha matado vecinos y hermanos por pensar de otra manera, por hablar una rama diferente del idioma propio, por no elegir para amar a una persona «correcta» ¿Porqué? ¿Simplemente porque ahora se nos permite acudir de vez en cuando a decidir a las urnas? ¿Porque ya no se apedrea a una mujer por enseñar los pechos en una playa? ¿Porqué no se lapida a los adúlteros? Francamente hace días que dejé de creer en los Reyes Magos…

  2. Disculpe,pero no entiendo nada de lo k dice,ni se de k tema habla,.tampoco se k tienen k ver las urnas electorales con una novela de un escritor valenciano—–Le ruego me aclare la cuestión para poder enterarme–un saludo–la periodista k ha escrito ese articulo—-kartaojal

  3. Le ruego me disculpe. Tal vez debería haber empezado por alabar a ese maravilloso escritor que fue D. Vicente Blasco Ibañez, símplemente me pareció que era «limpiar sobre limpio», es decir, repetir palabras ya dichas. Por lo tanto me limité a tomar la pregunta con la que Vd. cerraba el artículo ¿Cúando vas a ser tolerante?

    Poniendo álgunos ejemplos de los «logros» que sobre las libertades (se supone) hemos conseguido en este país (de ahí mi referencia a los comicios electorales) pretendía hacer referencia a mi incredulidad por el cambio de mentalidad de los españoles.

    Le ruego disculpas si mi estilo literario no está a la altura que Vd. deseaba en los comentarios a su artículo, estoy acostumbrada al periódico digital de la U.D.Z. (Universidad de Zaragoza)y a veces olvido que no todos los escritores y periodistas utilizan el mismo lenguaje.

    A la vista de la forma de escribir en la contestación que Vd. ha dado a mi comentario es indudable que éste ha sido el caso.

  4. Disculpe que haya «salido» el comentario anterior sin terminar de ser escrito, una tormenta con gran cantidad de precipitación hace que el internet móvil, como es mi caso, funcione a saltos. Si tiene a bien continúo con el final de la contestación:

    A la vista de la forma de escribir en la contestación que Vd. ha dado a mi comentario es indudable que éste ha sido el caso. Además le ha fallado un poco la documentación dado que Vd. hace referencia a la España ignorante del siglo XVIII cuando este maravilloso hijo de Valencia vió la luz por primera vez en el año 1867, es decir, entrada la segunda mitad del siglo XIX, también «imagina» al citado caballero (barbas, bigotes… etc.)cuando en realidad existen numerosas fotografías que ilustran las distintas épocas de su vida hasta su fallecimiento en Francia en 1928. Es decir ya bastante entrado el siglo XX.

    Le devuelvo su encantador saludo y, naturalmente, quedo a su entera disposición. Rogándole además disculpe mi retraso en contestarle ya que debido a una leve enfermedad no he entrado en los periódicos en que suelo colaborar. (Si Vd. desea que no vuelva a leerle, le rogaría solicitara mi dirección de correo y me lo comentara)

  5. Señor o señora D.L.Manzanares:Le agradezco sus comentarios y su forma documentada de conocer la vida de nuestro querido escritor Blasco Ibáñez,por supuesto que usted debe saber más que yo sobre el tema,salta a la vista;al fin y al cabo yo sólo soy una simple periodista de a pie—-Seria muy grato y enriquecedor para mi que fuesemos contactos de internet—mis correos son—-kartaojal@hotmail.com—-o bien—-kartaojal11@live.com—–Un atento saludo—–mary

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