La mentira y el engaño

Me dirijo a los lectores de El Periódico para decirles que todavía no he salido de mi asombro al leer las declaraciones del alcalde de Torrevieja, sr. Hernández Mateo, echando la culpa a la Nacional 332 de las inundaciones que sufre la ciudad de Torrevieja cuando, como vulgarmente se dice, caen 4 gotas. Quiero recordarle al sr. alcalde de Torrevieja que la variante se construyó en los años 90 del siglo pasado, que quiere decir que, si había deficiencias, tiempo se ha tenido para corregirlas. Sr. Hernández Mateo, a Ud. y a sus respectivos gobiernos locales quiero decirles que Uds. tienen que asumir todas las responsabilidades de que Torrevieja en sus años de mandato y hasta el día de hoy ha sido una ciudad construida a la carta, para beneficio de las empresas urbanizadoras, modificando el PGOU cuando les ha dado la gana, y ahí están las consecuencias que sufrimos los contribuyentes torrevejenses, con los costes económicos a cuenta de las inundaciones a las que Ud. se refiere. Ud., sr. Hernández Mateo, y nadie más que Ud. es el culpable de que Torrevieja, por no tener, no tiene ni alcantarillado. Eso sí, Premio de Novela de 360.000 euros, que no falte. No tire Ud. balones fuera, que se le ve la oreja.
En este tema quiero preguntar al sr. Hernández Mateo qué motivos ha habido para que no se haya desdoblado la Nacional 332 en el tramo del término municipal de Torrevieja. ¿A quién defiende Ud., sr. Hernández Mateo, en este asunto? ¿A intereses ocultos urbanísticos? Porque, si no, no se entiende que esa obra no se haya realizado, con los perjuicios que está acarreando a todos los contribuyentes esa obra sin desdoblar, la Nacional 332.
Asisto al pleno ordinario del Ayuntamiento de Torrevieja, celebrado el día 27-08-2010. Entre otras mociones, se debatía una presentada por Izquierda Unida en contra de la reforma laboral, propiciada por el gobierno del PSOE y que se está debatiendo en estos momentos en el Congreso y el Senado, con el apoyo de los distintos grupos políticos representados en dichos foros. Lo que no entiendo es que concejales que representan a los intereses de los trabajadores, según ellos, voten para que derechos adquiridos durante muchos años de lucha se vean ahora mismo recortados de un plumazo a dichos trabajadores, como digo anteriormente.
Pues, como dicen en mi pueblo, si sarna con gusto no pica, que se rasquen, que a más de uno le va a hacer falta. ¿Hasta cuándo? Al tiempo.

Gerardo Garrido

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