François Mauriac
Una novela es, para mí, como lector, semejante a un tubo de ensayo, en el que el escritor garantizará que su forma de describir a sus personajes no va a alterar la presentación del tema, ni menos aún la forma de involucrar a los personajes, por minúsculos que parezcan, alrededor del eje central de su lógica novelesca. Por eso mismo, como escritor, tendrá que ponerse de parte de los lectores para no forzar criterios fuera del texto mismo de lo representado.
Salta a la memoria la obra escrita por el francés François Mauriac (1885-1970), que fue miembro de la Academia Francesa, de la Resistencia a la ocupación alemana y Premio Nobel de literatura (1952). Sus siete novelas han sido traducidas a todas las lenguas cultas y son célebres sus Memorias, en que resalta el hecho de que lo real no necesita de tapujos para imponerse por sí mismo. Su técnica de presentación de los personajes novelescos se basa no sólo en la observación de los protagonistas, sino en conseguir que los lectores se identifiquen con lo que, en realidad, pudo haberles pasado a ellos mismos, rebasando en ellos todas las diferencias que pudiera haber en cuanto a sexo, nacionalidad o cultura.
El texto deberá, pues, pasar por el tamiz de una observación escrupulosa de los detalles, como si la vida respondiera a la forma de enjuiciar lo que pensamos en relación con lo que vemos. Por eso, una novela es diferente de una obra representada en el teatro, en que sus personajes se mueven más allá del ritmo de la palabra escrita o pronunciada, pues su lectura podrá detenerse cuando la acción exija que sus lectores se vean de forma diferente a cuando comenzaron a rastrear las primeras líneas del texto, lo que expresaría Clifford Barney en un paradigma de puro pensamiento, digno de ser mencionado: «Las novelas son bastante más largas que la vida».
HECHOS Y DICHOS
La historia es la novela de los hechos y la novela es la historia de los sentimientos. Helvetius
DURANTE LA LECTURA DE UNA NOVELA DENSA
No la abandones así como así en una leja y espera a que deje de aburrirte.
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