En Callosa del Segura existe una leyenda desde tiempos inmemoriales sobre el origen de las fiestas de san Roque, «El farolico de Venancio», en la que se relata cómo Venancio, un pastor del lugar, apacentaba su rebaño por los contornos de la población, en campo abierto. Ascendió por un monte con su ganado, cuando, de pronto, una joven cabra se extravió y empezó a balar. Subió el pastor en su busca por las escarpadas breñas, hasta el lugar en el que estaba la cabrita perdida, con tan mala fortuna que su alpargata resbaló en una lasca, precipitándolo al vacío. Viendo que su muerte era segura e inminente, invocó, con toda su fe, a san Roque, del que era muy devoto, y, cosa insólita, se vio levitando y descendiendo con suavidad, hasta quedar depositado en la ladera de la montaña, sin un rasguño. Hincóse el muchacho de hinojos para agradecer el milagro al santo, haciéndole la promesa de que, mientras viviera, subiría cada año, el 5 de agosto, día que empieza la novena, a la cima de la montaña con un farol, que dejaría encendido 3 días.
Muerto ese pastor, la gente de la localidad, siguiendo su deseo, hace lo mismo. Casi siempre sube a depositarlo un niño o niña que se llame Venanci@, llevando en sus brazos una cabritilla. Las fiestas empiezan saliendo los desfiles desde la Iglesia, vistiendo sus ropajes, donde predomina el blanco en los hombres con faja roja y las mujeres con vistosos colores, animados por la «Chamarita» (dulzaina y tamboril). Os recomiendo asistir el próximo año para ver ese espectáculo tan emotivo y departir con los maravillosos callosinos, gente amable y acogedora. Va por ti, Tony.
La charamita siempre es un espectáculo digno de ver.
Elpróximo año.si Dios kiere, me acercaré,ya k tengo alli,en Callosa, muy buenos amigos—–Un saludo,amigo Máximo