Por si alguien no lo hubiese notado, «habemus» elecciones a la vista, los asfaltados, las inauguraciones, «paguicas» y demás «patochadas» cazavotos nos van a flagelar desde aquí hasta la hora de echar la papeleta en las urnas, que es lo único que a algunos partidos como el PP y el PSOE les interesa de nosotros. Los dos partidos, tras el último año de maremágnum político en sus filas, incentivan sus maquinarias electorales para tan singular ocasión. Hay mucho en juego, sobre todo quién se beneficiará de ostentar el poder «mandar» o «comandar» en el pueblo. El actual alcalde es ya cadáver político, ya era hora, y ya es tiempo de cambio, lo ha decidido él solito. Realmente, nunca ha necesitado a nadie para «liderar» los destinos del personal, hacer y deshacer a su antojo y el de los suyos. No en vano «sólo si nos se nos permite ser diferentes sin ser desiguales, entonces estaremos hablando de igualdad» (Pedro Ángel Hernández Mateo). Esas palabras suyas están grabadas en los archivos de TVT y a fuego en mi atormentado ideario. Resulta una ofensa, para alguien como yo, escuchar eso en boca de quien ha fustigado la diferencia hasta la nausea. Pero no voy a perder más tiempo con un cadáver. Ahora otros frentes se abren en el horizonte, que es una manera muy literaria de decirlo. No creo que los que ya van a recibir su voto «cerradito», que ya te lo preparan para que no te hernies, tengan mayor dificultad en llevarlo a las urnas. En el caso de los ingleses, todavía más fácil, pues en las últimas convocatorias disfrutaban de servicio gratuito de transporte. Pero ante el panorama de nuevos y personalistas partidos -que eso sí que son brotes verdes y no los de ZP-, uno puede perderse un poco, sobre todo los indecisos; pero eso les pasa por indecisos, ¿qué le voy yo a hacer? La novedad de estas elecciones son las batallas en red. Como el mejor de los videojuegos, existe toda una lucha de ideas en las redes sociales, sobre todo, y en algunos medios de participación como este en su versión digital. La verdad es que es muy entretenido, yo no me la pierdo ningún día, pues existe el parado activo, incluso el activista en red, que dedica su tiempo de paro a calentar ambientes digitales de nuevo cuño, siempre de manera «conspiranoica», contra el sistema que le excluye, o del que se separa, al despertar a una conciencia que ve cómo todo es una estafa, para beneficio de algunos en detrimento de muchos, ya sabemos, los famosos mercados. Si volviera Jesús, volvería a darle una patada en el p… culo a los mercaderes del Templo. El baile ha empezado.
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