El falso amigo y el «baile macabro»

La estructura de la personalidad es individual e insondablemente compleja. Lo cual nos diferencia al uno del otro. Cada persona es un ente en sí mismo.
Por eso, al parecer, hay personas por las cuales las turbulencias de la vida son percibidas como por una caja de resonancia amplificadora y quizás distorsionante que nos estremecen; hasta nos oprimen. Creemos que «se nos hace la vida más difícil de llevar» que a los otros.
¿…………………? Más sabios y doctos tiene la conciencia.
Por eso es posible que se nos acerque el «falso amigo» alcohol, con la promesa de estar enteramente y sin contrapartidas a nuestro servicio para librarnos de nuestras tensiones, opresiones, insatisfacciones, etc, etc., que nos convulsionan.
Nos cae simpático. Se da inmensamente generoso. Nos eleva a un estado paradisíaco. Engañados así, nuestra capacidad de discernir nos niega las facultades de hacer frente a la vida real.
Como en el caso de muchos traicionados, el conocimiento suele llegar tarde, cuando ya se manifiestan complicaciones, tanto psíquicas como físicas.
¡Cuántas veces íbamos intuyendo que algo iba mal cuando el «amigo alcohol», con cada vez dosis más fuertes, nos hacía sobrellevar nuestro infierno!

El Ruralico

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